Necesito saber de ti

580 76 4
                                    

*Mención de violencia verbal, mental y física (ligera)*



Volaba sobre souyue de manera tranquila, el clima era excepcionalmente bueno pese a la hora que era. Mientras continuaba mi viaje recordaba la plática que había mantenido con Shufu y WangJi unas horas antes.


- ¿Cómo que te vas? - mi pobre tío casi escupía sangre, ni bien se hubiese terminado el banquete solicité formalmente una reunión donde dejaba a cargo de GusuLan a mis dos familiares vivos - ¿A dónde?

- Iré a QingHe... Necesito ver a HuaiSang.


El silencio se hizo un tanto incómodo mientras los dos hombres frente a mi analizaban mis palabras y mis acciones. Especialmente mi tío tenía una sombra de duda en sus ojos que no podía ocultar.


- XiChen... ¿piensas romper el compromiso con él?


El silencio siguió a sus palabras, realmente ni yo sabía que era lo que buscaba al ir a Reino Inmundo, solo sabía que tenía que verlo.


- No romperé el compromiso... pero tengo que ir.


Nadie dijo una palabra más, hice una reverencia ante ellos y me despedí para salir lo más temprano posible al día siguiente.


Quedaban unos pocos minutos para llegar a mi destino, a pesar de ello era bastante temprano aún y de por si ya era algo descortés el llegar sin ser invitado ni avisar de mi visita, mi arribo a deshoras, según la etiqueta, era peor. Bajé de souyue y caminé un poco por QingHe, era una bonita ciudad y algunas posadas ya estaban abiertas, entré a una de ellas para tomar un desayuno ligero.


Hacía mucho tiempo que no salía a realizar actividades comunes como aquella y a pesar del caos que estaba en mi interior pude disfrutarlo. La comida fue suave aunque no tanto como la de Gusu pero me gustó la variedad, tomé una última taza de té y me propuse continuar con mi camino. Cerca de una hora más tarde estaba arribando a las puertas de la Secta QingHe Nie.


Mientras un eficiente sirviente me conducía al interior no pude dejar de rememorar los tiempos cuando Da-ge era el líder, mi mente se ensombreció cuando recordé que por los mismos pasillos por donde me encontraba caminando también lo había hecho Meng Yao. Suspiré y cerré momentaneamente los ojos, era demasiado pedir que años de sentimientos se fueran en poco tiempo. Afortunadamente me distrajeron pronto de mis sombríos pensamientos cuando uno de los ancianos que yo conocía me interceptó en el camino. Me sorprendí cuando de inmediato despidió al joven que me había llevado hasta ahí y con un gesto le indico no revelar mi presencia, aquello me inquietó pero decidí no mencionar nada, de cualquier manera abrí un poco más mis sentidos por si algo aún más extraño llegaba a ocurrir.


El anciano me llevó por un pasillo aledaño a donde sabía se encontraba el ala principal del Reino Inmundo, a mi también me indicó que guardara silencio e ingresamos a un reducido espacio donde bajamos unas escaleras angostas y polvorientas, llegamos a un pasadizo y como dos niños pequeños avanzamos hasta colocarnos cerca de una pared. La audición siempre había sido demasiado fina para el nivel de cultivación de los Lan así que no tuve problema alguno en percibir el sonido del otro lado, no así mi compañero que sin ningún miramiento, literalmente pegó la oreja izquierda a los ladrillos de la pared.

WeddingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora