Ataque a YunmenJiang - Parte 1

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Nota del autor: Si hay capítulo, algunas horas más tarde de lo acostumbrado, pero aquí está. Hoy hay un arco muy interesante y necesario para la trama de la historia, esta es la primera parte. Hago la advertencia que hay algo de contenido violento, está a todo lo largo del capítulo y aunque no es mucho lo menciono para que sepan de qué va.



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Jiang Cheng abrió los ojos, los primeros rayos del sol se colaban por su ventana y su mente comenzó a vagar con todos los pendientes que tenía por realizar esa mañana. Se levantó de la cama, tomó un baño rápido para despejarse del sopor del sueño que permanecía y comenzó a preparase para sus actividades. Se vistió cuidadosamente con sus usuales túnicas moradas, recogió su cabello atándolo en un moño superior y, por último, tomó a Sandu de su soporte y salió de su habitación.


Entró a la cocina para encontrar a algunas de las jóvenes que servían en muelle de loto y su vista se dirigió hacia los fogones como ya era la inevitable costumbre. El familiar nudo en su garganta apareció ante el doloroso recuerdo de su querida hermana YanLi, cómo era la primera en levantarse para tener listo el desayuno para toda su familia, el sazón que jamás había vuelto a probar desde que lo dejara tan repentinamente.


Los años pasarían, muchos nacerían y otros tantos morirían, pero el recuerdo de la bella señorita de Yunmeng, la única hija de Jiang FengMian y Yu ZiYuan lo perseguiría por siempre. La culpa no lo dejaba descansar tranquilo, él pudo haber hecho más por ella, si tan solo la hubiera defendido mejor, si se hubiera quedado a su lado, si hubiera matado con sus propias manos al causante de su desgracia...


Durante muchos años ese odio se dirigió a Wei WuXian, tanto tiempo de convivir e incluso crecer juntos y las crueles y dolorosas palabras de la matriarca Jiang continuaban en sus oídos susurrándole que no olvidara quién era él y quién era el advenedizo que había recogido su padre de las calles. En su interior sabía bien que las cosas no eran así, Wei WuXian no era el culpable de lo que había pasado con el clan Jiang ni la posterior caída de su secta, pero el rencor es un sentimiento que intoxica y pudre por dentro, se convierte en odio y rabia que no es fácil dejarla ir.


Fue más fácil canalizar su propio desprecio hacia alguien que, si bien en un primer momento no lo supo e incluso lo acusó de abandonarlo, la prioridad de sus pensamientos siempre fue hacia su familia. Los años pasaron y aunque su reputación hacia los cultivadores demoniacos era sumamente mala y decían que era porque quería matar de nueva cuenta a Wei WuXian con sus propias manos, la realidad era algo muy diferente.


Si, quería volver a tener a su hermano adoptivo frente a él, sus culpas lo consumían y necesitaba desesperadamente que volviera a la vida, pero no para matarlo o condenarlo, sino para pedir su perdón. Se obsesionó con buscar cualquier indicio de la presencia de Wei WuXian y decidió hacerlo por medio de los cultivadores demoniacos. Sus labios hicieron una mueca al recordar que Lan WangJi había tenido la misma idea, al final resultó que se cruzaron tantas veces en el camino que habían decidido ignorarse mutuamente.


ÉL continuó su cometido; desde siempre, Wei WuXian era una persona que se había sobrepuesto a cualquier situación que la vida le arrojase, la muerte no sería una excepción y él seria quien le encontrase.


Así pasó el tiempo, entre asumir más las responsabilidades como el líder de YunmenJiang con la labia de todos los clanes y sectas menores en su territorio y soportar las palabras tras su espalda que lo apuñalaban cada vez que se enteraba de ellas.


Desenvolverse en la crianza de Jin Ling fue toda una aventura que lo sacó de la monotonía en la que cayó por todo lo que estaba pasando a su alrededor. Conforme su sobrino crecía era tan terriblemente el parecido con el difunto Jin ZiXuan que, en ocasiones, para Jiang Cheng era como volver a la época donde Wei WuXian y él luchaban juntos contra el pavo real que era tan tonto para mostrar su real afecto a su preciada hermana mayor.


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