Prólogo.

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Todoroki Shoto, hijo menor del actual héroe n° 1 Endeavor, estudiante a héroe en UA, se encontraba ahora en ese hospital.

Prácticamente todos los días trataba de ir al hospital donde se encontraba su novia, todavía inconsciente. Ya eran tres días que se mantenía así.

Nada había cambiado demasiado.

Sabía que los demás iban frecuentemente a verla, algunos que más y otros que menos. Cada vez que iba se enteraba de quién había ido exactamente. Todo gracias al perro guardián que protegía, o eso trataba, a la bicolor. Día y noche, el pequeño Kohaku Tachibana, se mantenía abrazado o en la habitación de la chica.

Sabía que le llevaban la comida dado que no salía de la sala y que si se levantaba de la camilla era para ir al baño. El resto del tiempo lo pasaba con ella.

Buenas tardes. —saludó por puro acto reflejo, girando su vista hacia la cama de hospital de la chica.

Como si fuera un gato, el de orbes ambarinos abrió un ojo y tras unos segundos lo volvió a cerrar.

Nada nuevo. —murmuró el pequeño sin inmutarse ante su presencia.

Había aprendido algo de él y era que literalmente le importaba una mierda y media quien entrara o saliera, mientras no le hiciera nada a la bicolor.

Ya veo... —suspiró y se sentó en la silla al lado de la chica.

Tomó con cuidado y cariño su mano entre las suyas, acariciando el dorso de esta.

Hoy vino el ojeras, Hayashi con la rana y la de la gravedad y el Pikachu. —murmuró sin moverse del lugar. Todoroki no podía evitar preguntarse si le informaba a todos o solo a él.

Como ya era normal en sus visitas, el pequeño se mantuvo al lado de la chica, acurrucado y aparentemente dormido como un gato, mientras él miraba a la chica con cariño y preocupación, preguntándose cuando despertaría.

Tras unos minutos, comenzó a contarla todo lo que había hecho durante ese día. Aunque no pareciera que le escuchaba, tenía la esperanza de que sí funcionara.

Aunque fuera una estúpida esperanza, quería creerlo.

De esa forma, se pasaba media hora allí todos los días tras acabar su jornada de prácticas y sin más remedio se fue, despiendiendose brevemente del niño. Como siempre, este no murmuró más que una vaga despedida y se quedó en su lugar.

Los días eran demasiado aburridos sin ella.

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Holap!

Bien, esta es la 2ª temporada! No os dejaré sin historia de Todoroki, lo prometo.

Espero que os guste esta segunda parte y la apoyeis tanto como la anterior!

Tambien se aceptan críticas constructivas y dibujos! Por supuesto!

Se os quiere, mucho!

Chaup
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Estar contigo [Todorokixlectora] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora