Pros y contras

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No podía creer lo que vio hoy. ¡Este debía ser el sábado más afortunado de su vida! ¡Ahora lo veía seis días a la semana en lugar de cinco!

Con ojos soñadores detrás de gruesos lentes de pasta negra, vio fuera por la ventana del restaurante donde estaba comiendo.

El cabello negro del chico, su piel bronceada, su sonrisa. ¡Esa sonrisa, por supuesto! El chico era tan perfecto. Arthit lo vio haciendo las compras con su Mae. Kongpob cargaba todas las bolsas. Tenía al menos seis bolsas en sus manos mientras que su madre no tenía ninguna. Él no lo dejaría cargar ninguna. Tan considerado.

Arthit sintió las mariposas revoloteando salvajemente en su estómago.

Kongpob no sólo era el más guapo, sino también el más dulce y el más gentil. Literalmente no tenía defectos a los ojos de Arthit.

El alfa gordito suspiró. Su mentón descansaba en la palma de su mano mientras apoyaba su codo en la pequeña mesa. Sus labios se curvaban hacia arriba mientras veía a su crush.

La luz solar brillaba sobre el cabello de Kongpob dándole la apariencia de un halo, perfecto para el ángel que era.

—¿Arthit?... ¡¿Arthit?!

—¿Uhm? —Arthit salió de sus pensamientos, volviendo al mundo real para mirar a un molesto Bright.

—Te he estado hablando por los últimos minutos y nunca me respondiste. ¡¿Holaaaaaaa?!

—Lo siento, uhm... ¿qué fue lo que dijiste? —Preguntó Arthit mientras sus ojos seguían desviándose al objeto de su interés, el cual ahora estaba abriendo la puerta del auto para su madre. ¿Ya ven? Todo un caballero. Oh cielos, ¡era tan maravilloso!

—¡¿Holaaaa?! —Bright gritó una vez más.

—Bright, de nuevo está viendo a ese chico de la otra clase —dijo Knot.

—No lo estaba viendo —mintió Arthit. Sus mejillas se sonrojaron de un tono más intenso de rojo.

—Claro... no lo veías en lo absoluto —dijo Knot con sarcasmo, girando los ojos.

—¡Santo cielo! Deja de ser un cobarde y acércate a ese chico. ¡Por la cordura de todos nosotros! —Dijo Bright con algo de molestia.

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Arthit frotó su rostro con las palmas de sus manos. ¿Había sido estúpido decirle sus sentimientos a Kongpob? Lo dijo así como así. No, eso no era por completo cierto. Él quería decirle.

Pero después de lo que hizo, todo se volvió incómodo. Podía estallar en llanto con sólo pensar en eso.

Cuando se lo dijo, Kongpob siguió mirándolo boquiabierto y con grandes ojos.

Luego de que el omega no le respondiera nada a su declaración de amor, Arthit le dijo a Kongpob que sería mejor que procesara las palabras y que lo dejaran así por esa noche.

Comieron incómodos y hablaron de cosas nada importantes antes de que Arthit se fuera mucho más temprano de lo que pensó que se iría.

Ahora eran las 4 en punto de la madrugada y no podía dormir. Sólo podía pensar en cómo habrían ido las cosas si hubiera mantenido la boca cerrada. Pero por otro lado, se sintió bien por poder decirlo. Al fin, después de todos estos años. Era la primera vez que le decía a alguien de sus sentimientos.

Tomó su teléfono y leyó los mensajes del otro día de Kongpob. Una y otra vez, como alguien patético. Tenía demasiadas ganas de mensajear al omega, pero ni siquiera sabía qué decir, así que era mejor dejar las cosas por un rato.

Una noche con el escort alfaWhere stories live. Discover now