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Había comenzado la primavera cuando Anne se dio cuenta que estaba a unos cuantos días de su cumpleaños. No iba a ser igual que todos los años, eso y que no veía cambios físicos en ella la ponía un tanto melancólica. Había deseado ser diferente con el fin de que su cabello se tornara de un color azabache y que sus ojos fueran violeta, no para literalmente ser Gilbert Blythe. ¡Dieciséis años! Vaya, suspiró poniendo su barbilla en la ventana de la habitación de el chico. Al día siguiente, cuando ambos caminaron juntos de la mano por el bosque, ella volteó a ver a su novio, dándose cuenta que su cabello rojo estaba más brillante que de costumbre.

-¿Que pasó? -preguntó él.

-Nada.

-¿De verdad?

Asintió.

-Me gustas -beso su mano.

-Tú a mi, tonto.

-Ven -la guió por un camino que ambos desconocían-, cierra los ojos, por favor.

Ella lo hizo.

-Ábrelos.

Había un picnic ahí, tartaletas hechas por Marilla y té.

-Sé que mañana es tu cumpleaños y que lo pasarás de una manera un tanto diferente -comenzó-, pensé que hoy podría ser el día perfecto para que tú y yo lo celebremos, ya sabes, solos.

-¿Te refieres a solos como ahora, en un lugar donde es poco probable que nos encuentren?

Asintió.

Gilbert pensó en sus palabras un segundo, el nerviosismo y un leve color rojo en sus mejillas se apoderaron de él justo en el momento que iba a abrir la boca. Era importante, lo había planeado semanas antes.

Simplemente no pudo.

Anne frunció el ceño, nunca se había visto a si misma con esos gestos.

-¿Olvidaste lo que ibas a decir? -preguntó.

-Sí, sí -respondió con rapidez-. Es hora de disfrutar esta comida que Marilla hizo, me dijo que le caigo bien y que siempre había querido que tú y yo fuéramos pareja. ¿Puedes creerlo?

-Sinceramente no -respondió con sarcasmo.

-Tu sarcasmo es terriblemente malo -dijo él.

-¿Eso que tiene?

-Nada, si lo dices tú no tiene nada.

-¿Acaso estás tan enamorado de mi?

-Eres la primera persona que me ha gustado -confesó.

-¿Ni siquiera Ruby Gillis?

-Ni siquiera Ruby Gillis -confirmó.

-¿Te gustan las rosas silvestres? -preguntó Anne arrancando una de un color rosa pálido.

-Nunca les he puesto atención.

La verdad es que Gilbert Blythe no era de esa clase de chicos que ponen atención y detallan todo. Era más de los que se quedan al fondo del salón, que viven en su mundo de libros. No le gustaba ser una carga. Era del club de los que reprimen sentimientos, de los que tratan de no ser una molestia, de los que fingen estar siempre bien pero cuando explotan tiran todo por la borda. Había tratado de quitarse la vida tres veces en los últimos dos años, pero mamá siempre estaba ahí. Por eso había deseado ser diferente, para que esas ideas locas salieran de su mente y no lo hicieran ver como el chico amargado que todos creían que era.

-En el orfanato habían montones -susurró, luego lo miró a los ojos azules que alguna vez le habían pertenecido-. Dime, Gilbert Blythe. ¿Podrían las rosas crecer en una tumba? Son delicadas, pero las he visto romper el pavimento.

-Estás haciendo una metáfora.

-¿Sobre qué?

-Sobre ti.

-No -meneó la cabeza sin saber que en el fondo tal vez tenía un poco de razón-, solo me gustan las rosas.

Volvió a mirarla. Tenía que decirlo. Tal vez no era buen momento. ¿De que hablaba? Era el momento perfecto. Las palabras otra vez no salieron.

-Feliz cumpleaños adelantado, amor -dijo viéndola a los ojos.

-Gracias, amor -se acercó poco a poco volviendo a plantar un beso en sus labios dulces gracias a la frambuesa de la tartaleta que recién habían comido- ¿Por qué yo? -preguntó ella.

-Porque tú me entendiste cuando nadie más lo hacía -volvió a besarla-. Eres perfecta tal y como eres.

-¿Yo? -él asintió viendo como el cielo se tornaba de naranja. El dolor en el brazo y en la cabeza volvió.

-Es mejor que vayamos a Green Gables pronto -habló Anne rápidamente.

-Si, es una buena idea.

Ninguno de los dos mencionó nada.

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Día 26 de cuarentena.
Mañana tendré mi primera exposición virtual, deseenme suerte.

Este capítulo fue escrito con chocolates, decorado con azúcar y titulado con una cereza en almíbar para causarles la diabetes más grande del mundo.

¿Cual es su comida favorita? Las mías: lasaña de pollo, salchipapa.

¿Cuantas parejas han tenido? ¿Tienen actualmente? Yo: 0, porque estoy esperando a que Lucas bb se digne a casarse conmigo.

Love;
Cassie🌻🌈🍑.

「𝐘𝐨𝐮𝐫 𝐧𝐚𝐦𝐞 ; 𝐀𝐧𝐧𝐞 × 𝐆𝐢𝐥𝐛𝐞𝐫𝐭」Where stories live. Discover now