Capítulo 4. -

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La mañana era aún más fría que la noche, el sol se asomaba detrás de los enormes edificios y las personas caminaban con rapidez, conducían a muy alta velocidad y todos parecían estar de mal humor.

Lenny entró a su aula asignada y dejó su maletín sobre el gran escritorio. Los alumnos estaban a punto de llegar y el tendría toda la tarde para averiguar que podría hacer para que Galen y Carlie se hicieran amigos y quizá luego algo más.

La puerta se abrió súbitamente y un par de chicas entraron, lo saludaron con un "Buenos días" y él simplemente se limitó a asentir con la cabeza.

Carlie entró, tan solitaria como de costumbre, demasiado ocupada viendo su libreta, al parecer estaba leyendo algo interesante, porque los exámenes no empezarían hasta dentro de dos semanas o quizá más.

La chica tropezó con una de las butacas, se sobó la pierna mientras hacía gestos y nadie más que Lenny le prestaba atención, como bien lo había dicho, casi nadie la notaba.

—Bueno días chicos.— dijo Lenny poniéndose de pie.— Esta mañana visitaremos los salones contiguos, para que conozcan varias de las materias que serán sus futuras especializaciones.— sonrió.— Tales como ginecología, cardiología, neurología, otorrinolaringología, ortopedia, pediatría y oftalmología.— varios de los chicos y chicas comenzaron a hablar de la emoción, muchos sonrieron y algunos más se mantuvieron al margen.

— ¿No se supone que eso se hace hasta cuando ya vas terminar y así busques en lo que te quieres especializar?— una chica rubia de ojos azules y pinta de sabelotodo levantó la mano mientras hablaba y se reacomodaba en su lugar.

—Normalmente. — Contestó Lenny. — Pero yo he decidido hacerlo ahora, y así tendrán más tiempo para pensar, ¿o alguien de aquí ya sabe en qué se especializará?

—Nutrición. — dijo una chica, las puntas rosas en su cabello.

—Pediatría. — respondió un chico, su cabello corto y castaño brillaba con la luz, y las gafas oscuras que guardaba en el bolsillo de su bata lo denominaban como un chico que cuidaba mucho su apariencia.

— ¿Y tú?— preguntó Lenny hacia Carlie, ella se sobresaltó cuando todos le prestaron atención por segunda vez en la semana, y esta vez no tenía una respuesta clara.

—Aún no lo sé.— dijo.— Me gusta cardiología y oftalmología.— bajó un poco la cabeza mientras Lenny asentía y apuntaba a otro chico a unos cuantos metros de ella.

—Vamos. — Murmuró Lenny caminando hacia la puerta. — Los llevaré con el profesor de oftalmología, que es uno de mis mejores amigos.

Abrió la puerta y salió mientras todos tomaban sus cosas y corrían detrás de él para alcanzarlo, nadie se quería quedar atrás, pues un maestro de especialización era algo así como un Dios para los de nuevo ingreso, sobre todo Galen, quien era uno de los médicos más importantes de los ángeles y siempre estaba demasiado ocupado como para platicar o estar con alguien que no fuera de su mismo ámbito profesional.

Lenny los condujo hacia uno de los edificios más lejanos de la universidad, en la segunda planta y en el último salón se encontraba el aula de oftalmología. La voz de Galen retumbaba en el pasillo mientras más se acercaban, Carlie sentía el estómago revuelto por los nervios, sus uñas estaban mordidas casi hasta la cutícula, y el sudor baja por su cuello a pesar del frío que hacía.

Lenny se paró frente a la puerta y la abrió sin siquiera preguntar, al percatarse de la intrusión Galen dejó de hablar y simplemente se quedó mirando hacia su amigo con mala cara y el ceño fruncido como de costumbre, Lenny se encogió de hombros y sonrió.

—Sigue dando tu clase, estamos aquí solo para ver. — Galen frunció aún más el ceño mientras observaba los jóvenes rostros de los alumnos de su amigo.

— ¿No se supone que esto se hace hasta tercer o cuarto año?— Lenny se encogió de hombros y entró al salón haciendo que los demás lo siguieran.

—Lo sé, pero es mejor hacerlo desde ahora, así ellos tendrán más tiempo para pensarlo.

—O tu más tiempo libre. — bromeó.

—También. — Galen negó suavemente mientras tomaba uno de sus plumones con sus dedos y escribía la palabra Estrabismo con letra grande y entendible, quizá él era el único medico con letra decente que ellos conocieran.

—El estrabismo es la desviación del alineamiento de un ojo en relación al otro, impidiendo la fijación bifoveolar. — dijo mientras se separaba un poco y seguía escribiendo. —  Esto impide fijar la mirada de ambos ojos al mismo punto del espacio, lo que ocasiona una visión binocular incorrecta que puede afectar adversamente a la percepción de la profundidad. — se separó un poco y volteó hacia ambos grupos. — ¿Alguno de aquí sabe cuántos y cuáles son los tipos de estrabismo?— preguntó. — No importa si son de primero o de primero o de sexto, quiero una respuesta. — Carlie levantó la mano y se movió hacia el frente, por fin una respuesta que ella sabía perfectamente. El maestro Galen le tendió el plumón y se movió hacia el pizarrón mientras todos cuchicheaban y ella escribía.

—Existen varios y muchos tipos de estrabismo. — dijo después de terminar. — Pero los más comunes o más importantes son el Estrabismo convergente o endotropia que es la desviación hacia adentro, el Estrabismo divergente o exotropia que es la desviación hacia fuera, la Hipertropia que es la  desviación hacia arriba y la Hipotropia que es la desviación hacia abajo. — le devolvió el plumón al maestro Galen y el asintió con la cabeza.

—Muy bien Carlie. — dijo, y ella caminó de nuevo a su grupo. — ¿Miran esto?— preguntó a sus alumnos. — A eso es a lo que me refiero. —dijo devolviendo el plumón a su escritorio con una extraña expresión en su rostro. — ¿Cómo es posible, que una chica de primer año, que lleva solo una semana aquí, sepa los tipos de estrabismo?— preguntó. — Ustedes han estado seis años aquí, algunos incluso más, y no saben esto, que es realmente lo básico o en cierto modo lo más fácil de la oftalmología. — Galen estaba realmente molesto, su mandíbula tensa y las manos en un puño cada una, caminaba rígidamente de un lado hacia otro. — La cosa está así muchachos. — golpeó el pizarrón con la mano. — Si quieren estudiar oftalmología, es mejor que comiencen a repasar lo básico, y si no, es mejor que vayan buscando alguna otra materia. — Carlie retrocedió ante cada palabra sintiéndose una mala persona por mostrar su sabiduría, llegó a la puerta y chocó con alguien. El maestro Lenny la miraba con ojos brillosos y sonrió para tranquilizarla.

—Galen, amigo. — Dijo éste mientras le apretaba el hombro a Carlie. — Estás asustando a mis chicos, será mejor que vayamos a pediatría justo ahora.

Hizo una seña y todos sus alumnos salieron del salón de Oftalmología mientras Galen seguía regañando a sus alumnos. Lenny puso una mano en la espalda de Carlie y la empujó suavemente para que caminara, ella siguió a los demás mientras por dentro temblaba, y se sentía mal por ellos, porque es cierto modo fue su culpa todo, y porque por eso mismo ella nunca participaba en clase, porque ser la única que sabe las respuestas la hacían sentir egoísta y pedante, incluso si no lo era.

Carlie era así, demasiado noble para un mundo tan mezquino ruin, demasiado callada, demasiado tímida, pero sobre todo, demasiado solitaria, y eso era lo que a Lenny le gustaba de ella. Que pudiera ser todo eso a la vez, pero a la vez tan tierna y llena de energía... era todo y a la vez nada, y él sentía que era perfecta para Galen, porque sus actitudes eran lo peor, pero juntos podrían ser lo mejor... porque él podría cambiarla y ella podría cambiarlo. Porque estaban hechos el uno para el otro y él lo sabía, no entendía como, solo lo sabía y ya. 

#1 La química del amor.©Where stories live. Discover now