El domingo llegó más rápido de lo esperado. Lenny y los chicos se habían reunido en la universidad a las nueve de la mañana para comenzar a acomodar las cosas y planificar todo.
Carlie llegó quince minutos antes de las nueve, Caterina y James aparecieron cinco minutos después y Lenny llegó a las nueve junto con Galen y el doctor Stephen.
Nadie preguntó qué hacía él ahí.
James, Lenny y Stephen llenaron las hieleras con cerveza y vaciaron las bolsas de hielo para que las botellas se mantuvieran heladas, Caterina y Carlie se encargaron de la decoración y Galen bajó del auto de Lenny los troncos para la fogata.
— ¿Le ayudo?— preguntó Carlie acercándose hacia él. Sus manos se habían manchado de pegamento y diamantina al igual que sus pantalones y botas UGG.
—No. — respondió él limpiándose el sudor que le caía por la frente con el dorso de la mano. — Ya casi termino con esto.
—Puedo ayudar. — Murmuró ella acercándose más. — No soy tan débil como parezco. — se cruzó de brazos y él la miró fijamente durante largos segundos.
—Está bien. — sucumbió ante las suplicas de ella. — Pero si te lastimas será tu culpa.
Carlie tomó un tronco con una mano y lo dejó junto con los demás que Galen ya había acomodado en el pasto, se quitó el suéter que llevaba puesto y lo dejó en un lugar seguro antes de volver a tomar otro tronco.
La blusa verde que llevaba le dejaba al descubierto sus blancos y pálidos brazos llenos de lunares, de su cuello colgaba un collar con su nombre y sus gafas se habían puesto oscuras con el sol.
Terminaron rápido, y ella cargó el último tronco a pesar de qué Galen insistió.
Se veía muy atractivo con el ceño fruncido bajo las gafas y su cabello brillaba bajo el sol, sus labios también estaban fruncidos y Carlie reía mientras acomodaba el tronco en el montón junto a los demás en el pasto.
—No se vale. — gruñó él mientras se acercaba, las mangas de su camisa habían sido doblabas hasta llegar a su antebrazo.
—Nada en esta vida es justo. — respondió Carlie mientras se encogía de hombros y daba un paso para alejarse. Su pie chocó con uno de los troncos golpeándose fuertemente y perdiendo el equilibrio, Galen fue más rápido y la jaló hacia él haciéndola estrellarse contra su pecho, pero impidiendo la caída. Ella dio un respingó cuando comprobó que estaba bien.
— ¿Te lastimaste?— tomó la cabeza de Carlie con ambas manos para verla de cerca. — ¿Te duele algo?— ella negó suavemente mientras se quitaba las gafas y tallaba sus ojos, él no le soltó el rostro en ningún momento.
—Estoy bien. — dijo. — Solo me golpee con tu pecho y las gafas me lastimaron el puente de la nariz. — hizo una mueca y él suspiró aliviado.
Galen la soltó suavemente esperando que se recuperara para que volviera a hacer su trabajo.
Lenny sonrió desde su lugar, le dio con el codo en las costillas a Stephen para que mirara la escena que habían formado Galen y Carlie. Stephen sonrió y negó suavemente mientras seguía poniendo hielo en las hieleras junto con la cerveza.
Galen y Carlie se llevaban bien, incluso después de que ella le temiera por su actitud hacia sus alumnos, ahora parecía que estaban muy cómodos juntos, y ese ya era un gran paso para los planes que Lenny tenía para ellos.