Carlie llegó justo a tiempo a Fisiología celular, tomó asiento y Lenny entró al salón en ese momento.
Prestó atención lo más que pudo y anotó todo, incluso grabó la clase con su celular para después repasarla en su casa, pues su concentración estaba peor que antes.
El miedo se apoderaba de ella con solo pensar que al salir de clases tendría que encontrarse de nuevo con Galen, y no tenía excusas para no asistir. Sus manos temblaban con solo pensarlo, sudaba demasiado y ni siquiera podía ver a Lenny a la cara.
Cuando la clase terminó se puso de pie rápidamente intentando escapar lo más rápido posible, pero aún así no fue tan fácil.
— ¡Carlie!— gritó Lenny, ella se detuvo en seco y se pasó la mano por el rostro.
— ¿Sí?— se giró sobre sus talones y volteó hacia él despacio.
— ¿Por qué huyes así de repente?— preguntó. — ¿Te pasa algo?
Carlie inventó una excusa.
—Tengo que llegar temprano a anatomía. — respondió. — El maestro quiere que lo ayude en algo.
Él asintió, pero no creyó lo que le había dicho. Simplemente la dejó marcharse.
***
Las clases habían terminado demasiado pronto, o por lo menos así lo sentía ella.
Se colgó la mochila en el hombro y apretó su libreta contra su pecho. Se encaminó hacia el laboratorio con la cabeza gacha y observando sus zapatos blancos mientras ignoraba a todos a su alrededor.
Tocó la puerta al llegar y Lenny le abrió. Estaba demasiado sonriente y platicaba mucho aunque ni Galen ni ella prestaban atención. Definitivamente Lenny era muy diferente una vez que lo conocías y te ganabas su confianza.
Carlie hizo su trabajo lo más rápido que pudo, pues sabía perfectamente que Lenny siempre se iba temprano y los dejaba solos. Cuando por fin terminó dio un suspiro y tomó sus cosas.
—Listo. — dijo sin mirar a ninguno de los dos. — Ya me voy. — se encaminó hacia la puerta con paso veloz.
—Espera. — musitó Lenny haciéndola detenerse. — ¿Qué es lo que pasa con ustedes dos? Están demasiado extraños. —ambos se miraron entre sí y respondieron a la vez.
— ¡Nada!— Lenny negó repetidas veces y una sonrisa se extendió en su rostro.
— ¿Tuvieron sexo?— preguntó con mirada picara y Carlie casi se desmayó ahí mismo.
— ¡No!— gritaron a la vez.
—Bueno, entonces ¿qué pasó para que estén así?— Carlie apartó la mirada y reacomodó las gafas en su lugar, Galen la miró durante algunos segundos y contestó.
—La besé.
Lenny abrió sus ojos demasiado y rió a carcajadas, haciéndolos sentir extraños en la habitación.
— ¿Y por eso están así?— preguntó. — Demonios. — negó lacerante y sonrió. — Es obvio que se gustan, no deberían de actuar como si no pasara nada.— se encogió de hombros y se recargó en el escritorio.— A estas alturas yo ya esperaba que fueran novios.
Carlie entrecerró sus ojos hacia él y negó firmemente.
—Usted está equivocado. — dijo. — Nosotros no...
