Capitulo 71 "Una última noche"

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Me separé un poco de Justin. Estuvimos en silencio ahí, justo en la entrada, un par de segundos.

—Ven, pasa. —Justin se hizo a un lado para que entrara en el apartamento.

Asentí y con un poco de timidez, entré. Había un ligero humo por lo que deduje que Justin había estado fumando. Me di la vuelta y Justin había cerrado la puerta para luego girarse y mirarme.

—¿En serio es mañana? —pregunté aún sin poder creerlo.

Él recorrió mi cuerpo con sus ojos color miel. Tragó saliva.

—Estas hermosa. —soltó, con apenas un hilo de voz.

Genial Justin Bieber, gracias por hacérmelo todo mas fácil.

—Gracias pero desearía que me respondas lo que te pregunté.

—Sí, Avery. Adelantaron la fecha y me iré mañana por la tarde. —respondió.

Me dejé caer en el sillón y tape con ambas manos mi rostro. Sin pensarlo comencé a llorar y a maldecir todo esto, a maldecir nuestra mala suerte. Entender, o mas bien, asimilar que Justin se irá mañana y que probablemente no vuelva a verlo jamás, me dejaba sin aire. Sentía que iba a morir de la ansiedad.

El sillón se hundió a mi lado y el brazo de Justin me abrigó, atrayéndome hacia él. Sentí como dejaba besos en mi cabeza.

—Sé lo que estas sintiendo... lo sé, sé que es una mierda, nena. Pero intenta estar mejor para mi. Por favor. —pidió Justin susurrándome.

Levante la cabeza y lo miré.

—¿Puedo estar aquí contigo? ¿Esta noche? Por favor. —le pedí. Justin me observó y quitó con su dedo pulgar las lagrimas de mis mejillas.

—No creo que sea...

—No me interesa, necesito aprovechar esta noche contigo. —dije.

Justin movió su cabeza afirmando.

Nos quedamos un rato en silencio pero varias dudas llegaron a mi mente.

—¿Vamos a poder comunicarnos? —le pregunté.

—Me temo que no, nena.

Suspiré.

—¿Por qué?

—No podemos llevar ningún rastro tecnológico, eso podría tomar nuestra ubicación y delatarnos. Y con respecto a las cartas, nadie puede enviarlas, ni yo puedo recibirlas. Vamos a estar totalmente aislados —dijo Justin.

Eso no lograba calmarme para nada. Lo único que sabia en este puto momento es que todo esto era realmente una pesadilla de la que necesitaba despertarme urgente. Me sentía vacía, triste. Me sentía realmente arruinada con cada cosa que Justin me decía.

De repente Justin se pone de pie y se aleja por el apartamento. Escuche un par de ruidos y luego apareció en la sala, con una caja blanca. Se sentó a mi lado.

—Estas son todas mis cosas, la gran mayoría tienen un valor especial para mí, y necesito que tú las tengas, que las cuides por mi. ¿Podrías hacerlo? —él me preguntó. Mi corazón ya dolía de la tristeza.

—Claro. —respondí casi en un susurro.

Justin dejó la caja a un lado del sofá.

—Necesito que la lleves. —solté.

Se giró y me miró extrañado.

—¿Qué cosa? —preguntó.

Tomé de mi cartera la foto que Justin me había regalado hoy, una foto de nosotros en Miami, ambos sonriendo con una bebida en nuestras manos, el sol apuntando nuestras caras y de fondo, el mar cristalino con las olas haciendo compañía.

Coldwater |jb| #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora