VIVIENDO CON LORI

Atracción

Los días pasaban y el peliblanco y la rubia cada vez tenían una mejor relación, ambos comenzaban a tener un mejor afecto por el otro.

La rubia había mejorado en la cocina y ahora era un a gran ama de casa, el peliblanco se sentía feliz y a gusto con el cambio y la presencia de su hermana.

Fue una tarde lluviosa en el fin de semana en donde el peliblanco se encontraba en la videoconsola. La puerta se abrió la rubia entro a casa estando algo empapada.

-Hola Lori, ya estás de vuelta. Volvió a llover después de todo, no me equivoqué verdad.

-Literalmente tenías razón Lincoln, debí llevar el paraguas.

-Y como te fue en la entrevista?

-Sobre eso............ Literalmente me dijeron que ellos me llamarían, no entiendo porque no son capaces de decir que el puesto de trabajo lo tienen ya arreglado, ojalá puedan ser sinceros.

-No te pongas así Lori, me gustó mucho que lo hayas vuelto a intentar.

-Pero volví a fracasar Lincoln y me duelen los pies por caminar con tacones altos - habló la rubia sentándose a lado del sofá.

-Te duelen mucho?

-Literalmente me duelen.

-Quieres que ayude a aliviar el dolor?

-Pero como Lincoln,........

-Dejame ayudarte Lori....

El peliblanco se fue a traer algo. Mientras tanto la rubia aún se sentía un poco triste debido a que el esfuerzo que hacía por conseguir empleo y ayudar a su hermano con las cuentas de la casa como se lo había prometido desde el día que llegó.

El peliblanco regreso trayendo consigo un resipiente con agua y una crema para los pies.

-Descuida Lori, dentro de un momento tus pies se sentirán mejor.

-Lincoln.......... Puedo hacerlo yo sola - habló la chica sonriendole al peliblanco.

-Prometi ayudarte Lori, y no me molesta hacerlo.

-No puedo creer que mi hermanito me vaya a lavar los pies.

-Ya no soy un niño Lori, ahora soy un joven hermano que tienes en casa.

-Asi que ahora eres todo un hombre?

-Claro que si Lori, ahora tu solo relajarte, mientras que yo hago mi trabajo.

El peliblanco tomo uno de los pies de su hermana y le retiro el tacón y seguidamente la sumergió en el agua tibia.

-Esto se siente tan adormecedor Lincoln.

-Caminaste mucho el día de hoy Lori, te mereces un gran descanso.

El peliblanco continuó aseando el pie de su hermana y seguidamente puso el otro pie de igual forma.

Ya estando sentado a lado de su hermana, el peliblanco le secaba los pies con una toalla.

-Como te sientes Lori?

-Jejeje.... Literalmente me haces cosquillas Twerp.

-En serio?

-Ya había pasado mucho tiempo desde que nadie me hacía un masaje en los pies.

-Quieres que te lo haga?

-No te molestes Twerp, puedo hacerlo yo sola.

-Te ayudaré Lori.

El peliblanco comenzó a darle pequeños masajes a los hermosos pies de su hermana y la chica cerró los ojos para sentir el gran alivio que tuvo desde que llegó a casa.