Pergamino 27

97 21 0
                                    

Pov. Natalia
—¡¿Que le dijiste qué?! —.

— No te esponjes—.

Evito que Tita me pegue pero una raíz me hace caer, "Claro para ésto si tiene chakra".

— No sabía que hacer para que me prestara completa atención —.

— Te excediste, puede venir por nosotras con tal de que su identidad quede oculta—.

— No creo que lo haga —.

—¿Por qué no lo haría? —.

— Intuición femenina...¡Ah!—.

Me sigue atacando por un buen rato más, sus golpes apenas se sienten pero nunca se desperdicia la oportunidad para hacer drama.

— Lo que menos necesita ese tipo son razones para matarte —.

— No es que tuviera alguna, me ha odiado desde siempre, bueno 'nos' ha odiado, a mí y a toda mi familia —.

— Y ahí vas tú a provocarlo... Tienes suerte de salir con vida—.

Se ajusta más su capa para mantener el calor, por ésta área cae nieve y a diferencia de mí, Tita está acostumbrada al cálido clima de Konoha.

Entrelazo nuestros brazos y me pego a ella, tal vez así le pueda calentar mi cuerpo.

— Gracias —.

— No hay de que, hasta acá escucho castañear tus dientes—.

— No arruines el momento— ella parece distante — Nati, deberías de entrenar con el Tenseigan—.

— Olvidalo, es un poder maldito y no lo quiero—.

— ¿Estás enojada con tus padres?—.

Suspiro derrotada y fijo mi mirada en el camino.

— Sí... Hubiera sido más fácil que me dijeran la verdad, sé que mi papá no era un santo, él mismo me confesó que hizo cosas de las que no se sentía orgulloso, pero me mintieron, no sabes la preocupación que tenía de acabar con la misma enfermedad de Kimimaro—.

— Pero ya está curado ¿no?—.

— Curado entre comillas, semanalmente debe inyectarse con el veneno de Sasori—.

—¡¿Qué cosa?!—.

— Oh cierto nunca te lo dije... Bueno cuando analicé el cuerpo de Kimimaro note un extraño metabolismo, el veneno reacciona con esos componentes dando como resultado las sustancias que su cuerpo necesita para estar sano, él es excepcional—.

— Y vaya que lo es...—veo a Tita sonreír — Bueno tu familia también es excepcional, imagínate uno con el Rinnegan y la otra con el Tenseigan—.

— Y ambos implantados, claro que Nagato es muy poderoso por si sólo pero...—.

—¿Pero?—.

No sigo avanzando y pienso que Chiyo debe haber pegado el grito en el cielo cuando lo vio llegar, maldita sea se supone que ahorita debería estar arrodillandome frente a Gaara para que lo acepte.

— Oh por Dios olvidé a Nagato... No, deja tu eso me olvidé de Konan—.

— ¿De qué estás hablando?—.

— De que si no hago algo ambos terminarán muertos—.

— Un momento...¿Nagato sigue vivo?—.

Asiento frenéticamente y ahogo una exclamación de desespero, "¿Y ahora que vamos a hacer?".

—¿En dónde está? —.

El camino continúaWhere stories live. Discover now