Pergamino 28

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Pov. Martha
Me siento en una roca para descansar y esperar a Killer B, no está muy lejos y cuando escucho un rap sonrio para mis adentros.

La nieve empieza a enfriar mi cuerpo y me remuevo incómoda en un intento por conservar el poco calor que emito.

— Esa capa es muy delgada para combatir a la nieve blanca, bakayaro konoyaro—.

Me enderezo y Killer B se limita a despedirse con la mano, sigue su camino sin mirar atrás y tardo unos segundos en reaccionar y alcanzarlo.

— Disculpa pero ¿puedo ir contigo? Se supone que mi amiga llegará pronto pero no quiero quedarme sola—.

— Un compañero a lado hace el recorrido más ameno y menos largo—.

Mueve graciosamente sus manos y no puedo evitar dar pequeños saltitos siguiendo el ritmo de su rap, aunque la letra no sea muy buena que digamos.

                                🍃

¡Un mapache gigante! Me quedo hecha bolita detrás de un árbol, como si de repente al animal le diera por atacarnos.

B se esfuerza por cambiar su estilo de canto, siendo sincera es simplemente desastroso en cualquiera de los dos.
Nerviosa me escondo, Kisame no debe tardar en aparecer y Nati nada que llega, no pensé que se fuera a tardar tanto. Para quitarme el temor tomo entre mis manos el kunai con la marca del Hiraishin no Jutsu.

Me lo he quedado de tal manera que Nati podría aparecer a mi lado en cualquier momento, sólo rezo por que aparezca ya.

Mis palabras son escuchadas a la inversa, Kisame aparece de entre los árboles muy dispuesto a enfrentarse con B. Un momento...¿No es cuándo se  oculta en Samehada?.

Quito la mirada del combate, estoy más nerviosa de lo normal, ¿serán las hormonas del embarazo? Soy un costal de emociones a flor de piel y ahorita no estoy precisamente en mi mejor momento.

Una ligera sombra se deja ver en la nieve y cuando volteo Kisame ya tiene aprisionado a B en una enorme bola de agua.

Me levanto, me siento y vuelvo a levantarme, no quiero estorbar en ésta pelea pero tampoco me gusta lo que está pasando, el mapache ya fue expulsado junto con el hombrecillo que supuestamente ayudaría a que B cantara.

Killer B sale de ahí con Kisame pisándole los talones, llegando a tierra firme vuelven a pelear y el tiburón intenta hacer del terreno un campo acuático.

Muy disimuladamente me muevo entre los árboles para hacer mis sellos de manos sin ser detectada.

— Doton: Doryū Taiga —.

El agua se convierte en lodo e irremediablemente Kisame se percata de mi presencia.

— Muchacha fastidiosa, te mataré después de que acabe con esto—.

Que lindo.

                                🍃

Mi domo de madera todavía protege a B, Kisame intenta deshacerlo y ha mandado a un clon por mí. La pelea se torno más salvaje y tuve que proteger a Killer B antes de que se lo comieran.

Una cosa muy grotesca de ver, por fin sale del domo con renovada energía y continua su pelea con Kisame, es algo muy interesante de ver, dos gigantes utilizando técnicas inusuales.

De un momento al otro sólo veo la cabeza del tiburón rodar, el Raikage ha llegado sin que yo lo hubiera notado, también algo sorprendente tomando en cuenta el tamaño y el peso de ése hombre.

El camino continúaWhere stories live. Discover now