- Ya Isabella, deja de llorar - la consoló Roxana mientras Bella se limpiaba con sus muñeca las lágrimas de sus mejillas.
- No puedo aún creer que Marie se haya negado a que la viera hoy el día de la visita, le dijo a la directora que no quería ver a una mentirosa.
- Es sólo una niña, está confundida y tiene miedo de que otra familia la adopte, no te atormentes por eso, eres una buena hermana.
- Quizás tengas razón, pero no dejo de pensar en el hecho de que en cualquier momento una familia venga por ella, es lo único que me queda en el mundo - sollozo.
- Isabella, te ayudaremos a que eso no pase, sólo cálmate - le dio un abrazo-. Mejor tómate el chocolate, esta calientito.
- Gracias Roxana, pero es mejor que no me demore tanto aquí, le prometí al señor Eros llegar a tiempo para la cena, he venido sólo por mis cosas.
- Dime... - Dijo curiosa-. ¿Qué tal es?
- Es un buen hombre, pero se la pasa mucho en el trabajo, tiene una linda sobrina, se parece mucho a Marie. Y siempre quiere estar en la cocina - respondió ella con una sonrisa.
- Ajá... un buen hombre ¿eh?- le guiñó un ojo-. No me estás dando muchos detalles - dijo graciosa.
- No tengo mucho que decir de él Roxana, el señor Eros es un hombre muy reservado en sus cosas. Aunque para ser honesta no creo que sea el tipo de hombre de negocios frío que ves en las revistas.
- Bueno, a ti te gustan mucho los niños - se encogió de hombros-. Y dices que te llevas muy bien con la niña, tal vez sea esa la razón por los que ambos se lleven tan bien.
- No estarás creando parejas en tu cabeza ¿verdad?
- Yo jamás lo haría - respondió su amiga mientras se levantaba de la mesa.
Roxana era un caso perdido, todo el tiempo le repetía que debía darse la oportunidad con alguien.Pero Isabella no estaba aún lista para mantener una relación con un hombre.Desde que sus padres murieron, se había encargado de todo para su pequeña hermana.
Isabella se tomó el chocolate caliente y se encaminó hasta su antigua habitación saco su ropa del armario y las coloco en sus maletas. Algunas otras cosas como su diario y unas cuantas fotografías familiares también.
Después de media hora se despidió de Roxana para regresarse a la mansión, ya no tenía nada en que más utilizar su tarde, sólo quería disfrutar de un tiempo a solas con su pequeña hermana y ahora ella no quería verla.
Se sentía triste y desecha, incluso se sintió tan vacía como el día en que sus padres murieron.
(***)
La pequeña Isabella estaba jugando en el jardín trasero cuando vio a Bella atravesar la sala, lucía triste y parecía haber estado llorando. Curiosa la niña la siguió hasta que la escucho llorar.
- ¿Bella? ¿Estas triste?
- Hola Isa - respondió Bella mientras se limpiaba las lágrimas-. No te preocupes, sólo ha sido porque extraño a mis padres.
- ¿Ellos están también en otra ciudad, como mis papitos? - preguntó con inocencia la pequeña.
- No mi vida, ellos están en otro lugar, uno que se puede solo ver más allá de las nubes y las estrellas.
- Wow... ¿Y es bonito?
- Claro que lo es. El cielo es muy bonito.
- Los unicornios vuelan hasta el cielo, ¿Lo sabías? Quizás uno de ellos nos lleve a ver a tus papás
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Eros
RomanceIsabella ha pasado parte de su vida dedicada a tratar de recuperar a su hermana pequeña del orfanato Linoy. Cuando una vez más fracasa en el intento, busca desesperadamente una solución a su problema, sabe perfectamente que sola no lo conseguirá. Tr...