✰ Capítulo veintitrés: Nightmares

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Desde que ustedes habían tenido aquel delicado caso, donde habían atacado a esa pareja y a su pequeño hijo androide; las cosas habían estado demasiado tensas entre ustedes.

Agradecías el hecho de que la madre de Simon se hubiese recuperado antes de lo esperado, permitiéndole cuidar se su pequeño niño; ambos eran constantemente vigilados por protección a testigos, necesitaban asegurarse de que nada más les pasará.

Ellos ya habían sufrido mucho.

Pero eso no quitaba el hecho de que había un problema el cual no había sido atendido.

Hank no paraba de mirar de manera mordaz a Nines, ¿y quien podría culparlo?

Le molestaba demasiado que el androide hubiese tomado en cuenta analizar la memoria del menor o presionarlo bruscamente para que el dijera algo que les fuese de utilidad para resolver el caso.

Agradeció internamente que eso no fuera necesario, ya que gracias a ti el pequeño les había dado información crucial sin necesidad de presionarlo o acudir a métodos poco ortodoxos.

Lamentablemente, no habían podido atrapar a los culpables; lo único que sabían y era seguro era que esas personas fueron las mismas que irrumpieron en la casa y asesinaron a la anterior pareja.

El ambiente justo ahora era tenso, ustedes habían sido asignados a un turno nocturno, estaban muy cansados y con el suficiente mal humor como para mandar a la mierda a cualquier ser que se atreviese a molestarlos.

Los músculos de tu espalda estaban tensos y adoloridos por estar sentada la mayor parte del día escribiendo informes y revisando alguno que otro caso reciente; te sentaste de manera correcta en tu silla y doblaste tu espalda hacia atrás, logrando hacer que de esta sonarán algunos crujidos junto a una placentera sensación de liberación.

Te pusiste de pie, tus manos frotaron tu rostro sin mucha delicadeza, tratando de mantenerte despierta, eran las 02:45 am y los efectos de la falta de sueño hacían efecto en ti.

- ¿A donde vas? - pregunto la azabache, mientras dejaba salir un pronunciado bostezo de sus labios.

- Muero de sueño, iré por un café.
- informaste, viendo a lo lejos a Gavin fumando un cigarrillo en la cafetería - Te traeré uno a ti también. - diste un ligero apretón en el hombro de tu amiga, a modo de afecto.

- Gracias~. - canturreo con voz cansada.

Mientras caminabas en dirección a la cafetería del lugar, te percataste del ambiente tétrico que mantenía la estación de policía cuando era de noche; habían muy pocas personas y androides por el lugar, solo con algunas - muy pocas - luces encendidas las cuales eran tenues.

La oscuridad de la noche entraba por las ventanas y eso podría asustar a cualquiera, que se quedará a altas horas de la noche en el lugar.

Típico de una película de terror de fantasmas o zombies, en la cual los protagonistas no hacen más que gritar y correr como estúpidos al ver a alguno de esos seres aproximarse.

Cuando finalmente llegaste a la cafetería, tomaste dos tazas y las dejaste sobre el mesón, captando la atención de Reed.

- No te ves nada bien. - murmuro dándole una calada a su cigarrillo, te limitaste a observarlo apáticamente de reojo.

-:Tampoco te ves como el hombre más sano del mundo, Reed. - respondiste en voz baja, pusiste algo de azúcar en el café de tu compañera.

- Ja ja, que linda. - respondió expulsando el humo del cigarrillo de su boca.

Cuando por fin volteaste a verlo, hablo de nuevo.

- ¿Deseas? - te extendió el cigarrillo que tenía entre los dedos, antes de darle una última calada.

✰ ᴡɪᴛʜ ʏᴏᴜ ◖ ᴄᴏɴɴᴏʀ×ʀᴇᴀᴅᴇʀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora