✰ ᴡɪᴛʜ ʏᴏᴜ ◖ ᴄᴏɴɴᴏʀ×ʀᴇᴀᴅᴇʀ

✰ Capítulo veinticuatro: Calm your demons

Las investigaciones sobre aquel grupo de humanos anti-androides no había avanzado en ningún aspecto; por alguna inexplicable razón las desastrosas y grotescas demostraciones de violencia hacia los androides habían cesado sin aviso alguno.

Estaban en un agobiante punto muerto.

Y eso no era algo que pudiese tranquilizarte a ti o a tus demás compañeros, la incertidumbre era un sentimiento terrible e innecesario.

Las personas y androides estaban muy nerviosos y eso solo generaba más histeria colectiva, lo cual obviamente no era nada bueno.

Tal vez estaba bien que se hayan detenido, pero ese horrible presentimiento de que cuando ellos regresaran cosas peores ocurrirían seguía creciendo en tu pequeña cabeza, haciendo que te preocuparas de más y te mantuvieras tensa la mayor parte del tiempo.

Pero eso no era importante, por lo menos no por ahora.

El capitán Jeffrey Fowler decidió que al no haber más casos anti-androides ustedes irían a apoyar a sus demás compañeros, para así terminar investigando sobre uno de los distribuidores de red ice más grande en Detroit: Todd Williams.

Aquel sujeto que hace un año, denunció a una androide Ax400 - la cual ya sabias que era Kara - por atacarlo en su residencia y llevarse a su pequeña hija.

Connor y tu sabían de la ubicación de la androide y la pequeña Alice, pero no dijeron nada y el caso fue olvidado por todos; excepto por el rabioso hombre de mal carácter, quien ahora era prácticamente inmune a cualquier acusación suya.

Cada vez que ustedes tenían alguna prueba para encerrarlo por los innumerables delitos que había cometido, siempre lograba salir sin ningún cargo, como una maldita rata de alcantarilla.

Así que ustedes y un grupo anti-drogas se habían encargado de investigarlo para saber cuál sería el momento y lugar correcto para atraparlo con las suficientes evidencias para encerrarlo en alguna prisión, donde seguro los prisioneros se encargarían de hacerle pasar un infierno durante su estadía en el lugar.

Tras algunas semanas de seguimiento al sujeto, descubrieron que el sujeto iba todos los miércoles a las 02:35 am al Club Edén, si a aquel club donde androides servían como objetos sexuales para los humanos el año anterior; algunos androides al no poder encontrar un trabajo estable siguieron trabajando en aquel establecimiento, junto a algunos humanos.

Gracias a los derechos androides, ahora se les pagaba y podían denunciar a las personas que los maltrataban física o psicológicamente, en parte eso era un alivio para ti.

Los acontecimientos del año pasado en ese deplorable lugar seguían en tu memoria.

Ustedes habían decidido ir a trabajar de encubiertos al lugar, para así ver si podían sacar algo valioso para ponerlo detrás de las rejas.

El dueño del lugar - milagrosamente - decidió cooperar con ustedes después de tener una charla con el RK900 y tu compañero de hebras blancas, Hank.

No tenías ni idea de que le habrían dicho, pero hizo que el aceptara cooperar con ustedes; claro, el salió temblando y con una sonrisa nerviosa en el rostro, pero eso era lo de menos ya que el les otorgó acceso a las cámaras del lugar y permitió que ustedes usarán algunos uniformes para pasar desapercibidos.

Por esa razón, ahora estabas preparándote en una especie de camerino del establecimiento; arreglando tu maquillaje y maldiciendo internamente que el uniforme fuese tan apretado, no dejaba a la imaginación ningún detalle de tu cuerpo.

Parecías ser una muñeca barbie versión stripper.

Miraste tu reflejo a través del espejo de cuerpo completo que estaba en la pared.