❥ Hᥱr ||『𝑴𝒊𝒏 𝒀𝒐𝒐𝒏𝒈𝒊』

❥ 28

La sesión de besos apasionados con Yoongi en el ascensor se vio interrumpida por un par de trainees que subían a la sala de ensayo. Mi novio se puso colorado y se paró junto a mí tras saludar a los chicos con la cabeza; quería reírme porque sabía que estaba avergonzado y que todos en la empresa lo tenían como alguien serio y callado. Y sí, lo era, pero conmigo era diferente, incluso con los chicos, pues reía más seguido y lanzaba bromas con ironía.

Bajamos del ascensor para luego subir por una corta escalera que nos llevaba a la azotea del edificio, bien adornada con pasto sintético y otras plantas reales que nos regalaban un aroma primaveral en pleno verano. Sohye y Jungkook estaban sentados en una mesa y sacando el pollo de la cajita.

—¿Por qué tardaron tanto? Ya íbamos a comer sin ustedes... —habló mi amiga limpiando sus manos en una servilleta.

—Yoongi quería ir al baño a cagar —contesté y el susodicho me miró feo, pero le sonreí y lo besé corto en los labios para que no se enojara. Era un método infalible últimamente.

—Pues debiste aprovechar de cambiarte la ropa, Hae.

Vi que Hye ya se había cambiado el uniforme a unos jeans oscuros y una camiseta negra, y yo había olvidado por completo haberme cambiado gracias a todo el dilema anterior con Chungha. Aunque aún no comenzábamos a atender pacientes, la doctora Kang nos enseñó de que no podemos salir del hospital con el uniforme, ya que es una vía de transmisión de bacterias y virus a la vía pública. Esperaba no contaminar al señor Choi ni a los guardias de la empresa, incluso a esa chica, Chungha... Aunque tal vez solo un poco... No, broma...

—Iré al baño a cambiarme entonces. Vuelvo enseguida.

—Te acompaño, mi amor —dijo Yoongi tomándome de la cintura y remarcando esa manera en la que me había llamado —Aún me duele un poco el estómago —insinuó con un sarcasmo notorio.

Jamás me dice así, "mi amor", "bebé", "bonita", ni nada por el estilo y tampoco esperaba que lo hiciera pues era un poco extraño, y sabía que cuando lo hacía era porque quería burlarse de mí con algo o ponerme colorada a propósito. Entrecerré los ojos y asentí.

—Bien, vamos o comeremos pollo frío —tomé su mano y caminamos con mi mochila hasta los pequeños baños de la azotea.

—¡No tengan sexo en los baños! —gritó mi amiga con diversión y Jungkook comenzó a reír a su lado, arrugando la nariz de manera adorable mientras la veía.

—¡Estúpida! —grité en respuesta y Yoongi también reía a mi lado. Abrí la puerta del baño de mujeres, que para mi suerte era individual y entré con la intención de cerrarla, pero Suga entró conmigo a la fuerza y apenas cabíamos los dos —Oye, no puedo cambiarme contigo aquí.

—Ya te conozco desde el pelo hasta los pies, Hae. Cada rincón tuyo, ¿te avergüenza que te vea? —dijo divertido, con una sonrisa ladina y coqueta.

—No es eso, Min Yoongi. El espacio es muy pequeño y no sé cómo me quitaré los pantalones. No me incomoda cambiarme contigo aquí y que me veas semidesnuda—aclaré quitando la parte superior de mi uniforme y quedando apenas con el brasier puesto. Lo vi con sus mejillas rojas y una mirada seria, enfocado en mis pechos, tragando en seco y aclarando su garganta.

—Bien, te espero afuera —dijo antes de salir y contuve una risa por su comportamiento, pues hace apenas unos segundos se hacía el interesante y me coqueteaba.

Tras cambiarme los pantalones y ponerme las zapatillas, abrí la puerta del baño y salí, pero Yoongi no estaba como esperé. Caminé hasta donde estaban los chicos y lo vi bien sentado con una alita de pollo en la boca.