Siete.

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-¿Ahora que hacemos? -pregunto Valentín tirado en la cama de Kleo, mientras tecleaba en su celular-.

-Pintar-contestó ella después de morder una galleta-.

-Pensé que no tendríamos clases hoy-rió Valentín sentándose para quedar enfrente de Kleo-.

-Tengo fiebre nomás, puedo enseñarte-soltó ella-.

El músico levantó sus hombros rendido.

-Veni-dijo y se levantó para ir al mini patio que tenía en su habitacion-.

Valentín abrió sus ojos al ver ese zona.

-Boluda nunca me lo hiciste ver.

-Lo estuve remodelando, estaba un asco-rió ella-.

Era un ambiente al aire libre pequeño, una que otra planta linda y otras secas, la pared tenía revoques rasgados pero que eran muy de la onda de Kleo.

-¿Y esto? -sonrió Valentín acercándose hacia la pared más alta-.

-Lo dibuje hace mucho, fue una época difícil para mi, y lo ví hace unos días y le di una pasada de negro, pero ahora se me prendio la lamparita -observo a Valentín con una ceja alzada-.

-¿Que?

-Vos lo vas a pintar.

Valentín abrió sus ojos para después soltar una carcajada.

-Dale Kleo, empecemos las clases, basta de jodas.

-No es una joda, Valen, vos lo vas a pintar-hablo mientras sacaba de un mini mueble unas pinturas, acrílicos, aerosoles y pinceles-.

-Voy a dejarlo horrible, Kleo-dijo rascando su nuca mientras miraba el dibujo, era hermoso y no quería cagarlo-.

-Yo también voy a pintar, y si sale mal le damos una pasada de blanco por arriba y listo-sonrió-.

Si algo le gustaba a Valentín de Kleo era la constancia, no hay que equivocarlo con paciencia, porque a cualquiera le daría un dolor de ovarios borrar todo y comenzar otra vez, pero Kleo tenía eso, de intentarlo las veces que sea posible para que quedara bien, para que quedara como debía quedar y no hacerlo al revoleo.

Valentín había avanzado muchísimo en estas dos semanas, el corazón y el signo de la paz que dibujaba tenían forma, había comenzado a dibujar graffitis con su nombre y con diferentes formas, podría decirse que estaba aprendiendo a combinar colores y realizar sombras; estaba contento, Kleo había logrado en dos semanas lo que Celia no pudo en un mes y medio.

Se pusieron a combinar colores entre ambos y a tener una perspectiva para comenzar.

-¿Candela como sigue? -pregunto mientras miraba como su amiga terminaba de acomodar un plástico en el piso para no mancharlo-.

-Bien, por suerte, ahora está en el psicólogo, la están ayudando muchisimo-hablo para después arremangarse el buzo-.

-¿En el colegio como va?

-Por ahora tiene que hacer dos meses online, hasta que este lo suficientemente bien para volver al colegio, es su último año y los profesionales entienden eso-Valentín asintió mientras miraba a Kleo, le llamaba la atención ver como se prepara para pintar, sabiendo que casi no se confunde cuando dibuja y pinta-.

La lluvia los tomó de imprevisto a la media hora de que comenzaron, eso no los dejó del todo contentos.

-Que lluvia de mierda-dijo enojada Kleo mientras guardaba todo, ambos se estaban mojando -.

Guardo las pinturas y entraron lo más rápido posible para no seguirse mojando.

-¿No se va a correr verdad? -pregunto Valentín refiriéndose a la pintura mientras se secaba el pelo con una toalla -.

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