Veinticinco.

2K 156 90
                                    

Cada vez que yo no me encuentro en mí,
Voy a vos para revivir,
Yo voy a estar ahí,
Siempre podés venir
______________________________________

—Dale acompañame Kleo, así como antes—habló Valentín haciendo puchero—.

Kleo suspiro mirándolo, cada vez que le hacia pucheritos tenía ganas de saltar a besarlo, pero eso solo pasaba de vez en cuando, y aún así le encantaba.

—Ay no se Valentín, vos sabes que las fiestas no son lo mio—dijo mientras se tiraba en su cama, Valentín sonrió y camino desde la puerta al patio y se acostó al lado de ella—.

—Clio...—le dijo muy cerca de su rostro, a Kleo le volvía loca que le dijera su nombre con ese tono calmado y mucho más si estaban tan cerca—.

—Aparte me da cosa ver a tu crew, no se—dijo acomodandose para disimular su nerviosismo—.

Valentín lamio sus labios, tenía muchas ganas de besarla.

—¿Osea que no me vas a acompañar? —volvió a hacer un puchero para colocarse sobre Kleo, sin dejar mucho peso, le gustaba verla nerviosa—.

—Eh..eh, yo no dije eso—balbuceo—.

—¿Entonces?

Tener tan cerca a Valentín no la dejaba pensar, solo miraba sus labios y lo deseables que se veían, Kleo lamio sus labios para cerrar sus ojos nerviosa.

Lo miro a los ojos, Valentín le tiro una mirada provocadora y ella sonrió.

—Clio...

—Esta bien—soltó mirándolo, Valentín sonrió ampliamente y se acercó a los labios de Kleo, sintiendo su respiración agitada—.

Puso su mano en la mejilla de Kleo y dejó un beso húmedo en la comisura de sus labios, haciendo que un escalofrío corra por el cuerpo de la artista.

Dejó otro beso más, y así hasta que por fin llegó a los labios de Clio, atrapandolos con los suyos y comenzando a besarse al compás, haciendo que sus hormonas se alteren.

La presión de los labios de Valentín sobre los de Kleo hizo presencia, las manos del cantante bajaron a la cintura de ella y la presionó más a él, haciendo que suelte un pequeño gemido, en donde Valentín aprovechó y adentró su lengua, juntandola con la de Kleo, jugando como solo ellos sabían.

Las manos de Kleo se encontraban en la nuca y en el cabello de Valentín, acariciando delicadamente cada zona.

Los besos de Valentín bajaron hacia el cuello de la chica, divagando de vez en cuando por la clavícula de ella, generando algo de excitación a Kleo.

El sonido en la puerta los separó, Valentín se sentó rápidamente en la cama y Kleo acomodo su ropa para sentarse también.

—¿Quien es? —pregunto tranquilizando su respiración—.

—Soy yo, hija—hablaron del otro lado de la puerta—.

—Voy—habló Kleo y le hizo una seña a Valentín para que saliera hacia su mini patio—Hola pa.

—Hija ¿como estas? —pregunto sonriente, había hecho guardia por dos días, así que hace bastante que no de veian—.

Graffiti ; WosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora