Historia 7

30K 351 15
                                    

Esta mañana desperté con ganas de hacerte travesuras, de subir la temperatura y que solo desearas llegar pronto a casa. Después de desayunar, entré a la ducha y pensé en ti mientras me tocaba y gemía despacio tu nombre, luego de salir envuelta en la toalla, me puse mi conjunto de ropa interior rojo y te escribí de la forma más dulce que pude.

- Amor... ¿estás en reunión? – pregunté mientras mordía mi labio.

- Sí amor, estoy en reunión hasta entrada la hora de almuerzo – contestó.

No dude mucho en pervertir sus horas, que fuera una agonía estar en reunión mientras que a su móvil comenzaban a llegar un par de fotografías, en las dos primeras salían con pijama ultra tierno, la tercera solo se veía el tirante del brassier, en la cuarta ya estorbaba el pijama de forma completa y se podía apreciar mi cuerpo solo cubierto con la ropa interior.

- Detente – me escribió nervioso – comienza a subir la temperatura.

Hice caso omiso a su petición, la siguiente era una fotografía sin brassier y mordiéndome el labio inferior.

Sabía que no dudaría en llamarme para detenerme o animarme a continuar.

- Por favor – suplicó desde el auricular – no logro concentrarme con las fotografías, me tienes mal, estoy duro y solo quiero follarte.

- No puedo – gemí mientras me tocaba – tengo muchas ganas de ti.

- No me digas que te estás tocando.

- Sí – volví a gemir – no puedo parar, estoy cachonda.

Sentí como suspiraba y supe que se estaba tocando junto a mí, que también tenía las mismas ganas que yo y que aumentaron cuando comencé a tentarlo.

Después de un par de minutos, ambos gemimos fuertemente al llegar al orgasmo.

- Prepárame alguna sorpresa cachonda – dijo pícaramente – que esta noche follaremos hasta que no podamos sostenernos de pie.

- Cuenta con ello – corté.

Me encantaba pervertirlo y que él siguiera mis juegos sucios.

Fogosos deseos [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora