Historia 10

24.7K 274 3
                                    


Era jueves por la noche, mis deseos por sentirte sobre y dentro de mí se hacían palpable en cada uno de mis movimientos. Después de una ducha reparadora, me dispuse a ponerme el pijama, pero no lo hice, me miré en el espejo que tenía frente a mí, roce mi piel con la yema de los dedos y encendí la llama del deseo que había logrado apagar durante el día.

Me tendí sobre mi cama, desnuda, cerré mis ojos y comencé a tocar mis senos lentamente, pasé la punta de mis dedos por los pezones que ya se comenzaban a endurecer, humedecí mis dedos y los hice bajar por mi abdomen hasta el monte de Venus, luego, los hice subir hasta mis senos y los comencé a estimular, los acunaba, los apretaba, los humedecía un poco, pellizcaba mis pezones y sentí como mis caderas se movían de forma casi imperceptible.

Pensaba que eras tú, quien me tocaba, me hacía gemir y me hacía abrir mis piernas de forma pausada; cuando ya las tuve abierta, puse un cojín bajo mis caderas y comencé a menearlas, imaginaba que estabas haciéndome un rico oral, mientras yo seguí estimulando mis senos.

Los gemidos iban en aumento, mi humedad ya era palpable y mis dedos, comenzaron a bajar lentamente, hasta que llegaron a mi botón del placer que estaba duro y erecto. Siguieron bajando hasta mi abertura y comprobaron mi humedad. Introduje dos dedos, el otro que estaba libre, me fui estimulando, que bien se sentía, imaginaba que eras tú quien estaba ahí, metía y sacaba mis dedos. Estaba disfrutando cada movimiento, abrí lo que más pude mis piernas e introduje un tercer dedo, mis gemidos ya se escuchaban en toda la habitación, estaba poseída por lo cachonda que estaba.

Sentí como mi cuerpo se relajaba y tensaba, que pronto llegaría un gran orgasmo, mis senos me dolían tanto apretarlos, pero era tan placentero que no me importaba, fue tanto lo caliente que estaba, que, por primera vez, eyaculé, mientras un gran orgasmo invadía mi cuerpo, mi cuerpo se retorcía de placer y mis gemidos salían sin parar.

Fue el mejor sexo placentero que me había hecho en meses.

Fogosos deseos [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora