Capítulo 30

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STILES

Al día siguiente desperté abrazado a Derek. Tenía mi cabeza encima de su pecho, despacio me separé un poco de él para admirar todo su perfecto cuerpo desnudo.

Después cogí mi móvil de la mesilla donde estaba para ver la hora.

Era muy tarde así que intenté despertar a Derek.

— Derek– le susurré– despierta, ya es muy tarde– él me gruñó.

Por las veces que había dormido con él sabía que no le gustaba nada que lo despertaran, cuando lo despertaban lo ponían de muy mal humor, así que se me ocurrió una idea para despertarlo y que estuviera contento.

Me acerqué a él y comencé a besarle su abdomen, primero bese y luego lamí cada abdominal, mientras acariciaba con suavidad su miembro, en cuanto hice eso Derek abrió sus preciosos ojos.

— ¿Stiles, que haces?– dijo sonriéndome mientras yo bajaba y empezaba a pasar mi lengua por sus testículos, lamiéndolos.

— Quería despertarte– me levante de la cama– y ahora que lo estás, vámonos a desayunar– iba a irme cuando él me agarró del brazo.

— No pienso dejar que te vayas después de lo que acabas de hacer– gruñó– Me pusiste muy caliente.

— Ya lo veo– reí mirando su gran polla erecta.

— No me vas a dejar así– dijo señalando su erección.

En ese momento mire su polla, me lamí mi labio inferior y me abalancé sobre él para justo después meterme su polla en la boca y empezar a chupársela haciendo que el ojiverde empezara a gemir.

Sus gemidos hicieron que yo tuviera una erección, así que con una mano empecé a masturbarme al mismo tiempo que me metía y me sacaba su polla de la boca cada vez más rápido, aumentando con ello los gemidos de Derek que se iban haciendo cada vez más fuertes hasta que se corrió en mi boca y yo me tragué todo su semen.

Cuando él se corrió yo seguía masturbándome, así que él quitó mi mano de mi polla, envolvió sus dedos en mi miembro y luego empezó a mover la mano que estaba agarrando mi polla lentamente, masturbándome despacio.

— Más rápido, Derek– él obedeció, aumento su velocidad– Ahh, oh, sí, Derek– dije gimiendo antes de correrme sobre su mano y mi abdomen– Deberíamos ir al baño a...– él me interrumpió.

— Si, pero antes deja que te limpie eso– dijo señalando el semen que había sobre mi abdomen– con mi lengua.

Al escucharle decir eso mi miembro volvió a ponerse duro. Solo Derek podía ponerme tan caliente, hacer que después de acabar de tener un orgasmo, a los pocos minutos mi polla volviera a estar tan dura y rígida.

Primero lamió las gotas de semen que tenía en su mano y después empezó a lamer el semen que había sobre mi abdomen.

Cuando terminó no había ningún rastro de semen en mi cuerpo.

Luego me llevo a la ducha, donde mientras empezaba a caer el agua caliente, follamos.

Después fuimos a desayunar a una cafetería.

El moreno pidió un café con leche mientras que yo además del café con leche pedí un cruasán y un zumo de naranja.

— Derek, creo que ya sé que quiero que hagas por mi– él me miro confuso– Te acuerdas de que en nuestra segunda cita me dijiste que me concederías un "deseo"– dije haciendo comillas con los dedos cuando dije la última palabra.

— Es verdad– sonrió– ¿Que es lo que quieres?

— Cuando nos conocimos me dijiste que una bruja te ayudo a hablar con tu madre después de que ella muriera. Me gustaría hablar otra vez con mi madre. ¿Puedes pedirle a esa bruja que haga lo mismo por mi?

NO ERES UN MONSTRUOWhere stories live. Discover now