Capítulo 34

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STILES

Hoy es jueves. Hoy presentaré a Derek como mi novio a mi padre y después iremos a hablar con nuestras madres, ya que Derek me dijo que ya tenía listas las pociones.

Desde que me desperté, bueno mi padre me despertó gritando porque iba a llegar tarde al instituto, estuve muy nervioso. A medida que se acercaba la hora de la comida me iba poniendo cada vez más nervioso, y como en el recreo estuve con Lydia, Isaac, Theo y Scott, debido a que tres de ellos son hombres lobo pudieron oler mis nervios y se quejaron.

— Stiles, tranquilízate– dijo Scott– Apestas a nerviosismo.

— ¡Cállate, Scott!– dije elevando un poco mi tono de voz– De verdad crees que con solo decir "tranquilízate" todo se arreglará, que con solo decir esa palabra mis nervios desaparecerán.

— ¿Si?...– dijo Scott sin estar muy seguro y a mí me dieron ganas de abofetearle.

— Pues no, Scott. No voy a dejar de estar nervioso porque tú digas...

— ¡¡Stiles!!– cuando oí ese grito deje de hablarle a Scott para girarme y ver al dueño de esa voz, ya que reconocería esa voz en cualquier parte.

Era la voz de mi Derek, que nada más verle no pude evitar sonreír. A su lado estaba Liam.

— ¡Hola Derek!– le sonreí– ¿Y tú por aquí?

— Vine a traer a Liam, tiene examen ahora y le deje faltar las primeras horas para estudiar.

— No me había dado cuenta de que no estaba aquí– dije refiriéndome a Liam.

— Gracias Stiles– dijo Liam, ya que me había escuchado.

— ¿Ahora tienes algo que hacer? Yo tengo dos horas libres– él me agarró de la mano y nos alejamos un poco de los demás– Chao chicos– dije sonriendo mientras él me arrastraba.

— ¿Como estas?

— Bien– él elevó sus cejas ya que sabía que le estaba mintiendo– Solo un poco nervioso.

— Yo también– me agarró mi cara con sus manos para que le mirara a los ojos, esos preciosos ojos verdes que me miraban con cariño y amor– pero que nos pongamos nerviosos no servirá de mucho, así que lo mejor será que disfrutemos de estás horas juntos– al acabar de decir eso me dio un beso casto en los labios.

— Gracias.

— ¿Por qué?

— Por tranquilizarme. Eres el único que lo ha conseguido. Aunque hay algo que me ayudaría a estar más tranquilo– dije la última frase con un tono lujurioso.

— Me gustaría mucho ayudarte a estar más tranquilo– dijo el moreno en un tono igual al mío.

Yo le agarré de la mano y lo lleve a uno de los baños del instituto.

Cuando estábamos en unos de los cubículos del baño eche el pestillo y besé a Derek con pasión.

Mientras nos besábamos le quite la camiseta a Derek y él hizo lo mismo conmigo. Tras tirar nuestras camisetas al suelo, rompí el beso y me quede mirando su perfecto cuerpo, deleitándome con la vista de mi Derek sin camiseta.

Después me acerqué más a él y empecé a pasar mi lengua por sus pectorales, lamiéndolos y más tarde dejando besos sobre ellos.

Luego fui bajando hasta llegar al perfecto abdomen del moreno y al mismo tiempo que lamía sus abdominales le desabroché el pantalón y acto seguido se lo baje, junto con su bóxer, dejando su gran miembro libre.

NO ERES UN MONSTRUODonde viven las historias. Descúbrelo ahora