VI. MEDIOCRE

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La vida tiene maneras interesantes de hacerte saber lo efímera que puede ser. Cada quien experimenta tal hecho de forma inigualable y es una entre el millón, cuando puedes entender el verdadero significado de existir.

En ti, por ejemplo, tal hecho suele acontecer cuando abordas el auto de Yoongi en el copiloto. Justo como ahora.

Es fascinante la forma en que ese hyung, paliducho y con el carácter de una astuto y soberbio gato, puede echar por la ventana las buenas características que le condenan a ser un ejemplo a seguir, dentro de tus introspectivos sueños. Es una verdad universal que, simplemente, Yoongi es un pésimo conductor. Pero ni Seokjin ni tu se atreven a decírselo a la cara porque significaría perder el privilegio de (de vez en cuando) ser transportados gratuitamente de casa hasta la facultad.

-Carajo Yoon. Mira tu puto espejo retrovisor -Jin hace el comentario desde la parte trasera, sosteniéndose fuertemente del asiento. Puedes escuchar lo nervioso que se encuentra con el balanceo de sus cuerpos, moviéndose producto de los violentos actos del auto.

El otro chista afirmando que quienes deberían tener cuidado, son los autos detrás suyo. No es posible que no se den cuenta que cambiará de carril en un determinado tiempo.

Un claxon y las llantas rechinantes se escuchan despues.

-¡Solo utiliza las intermitentes! -Demanda el mayor cuando pierde la paciencia.

-Por dios, Jin, deja tu histeria -El otro sostiene el volante con irracional tranquilidad. Ingresa al estacionamiento y busca entre cada sección un posible lugar para poder aparcar.

Visualiza un sitio que además, comparte sombra con un pequeño árbol. Ideal para el Tsuru blanco. Te remojas los labios aferrándote al cinto queriendo fundirte al asiento. Sabes lo que enfrentas.

Ninguno de los tres sabe explicar como aparece una camioneta 4X4 y logra interponerse en el camino. Solo sienten el impacto, y escuchan el material de ambos coches dañándose.

-¡Eres un pinche pendejo! -Yoongi no tarda en gritarle al conductor imprudente. Se baja del auto con la intención de verificar el daño proporcionado.

Tu le sigues de cerca y Seokjin también, una vez observan como el mas blanco se dobla las mangas de la playera y camina como gorila, queriendo verse intimidante.

-Maldición -dices observando como la defensa se sostiene de un lado. Puedes imaginar lo que se avecina. Una de las cosas que Yoongi aprecia de verdad, es ese auto comprado del deshuesadero.

-¡Que impacto hermano! -Escuchas una tercera voz, mas aguda que cualquiera de tus amigos y alzas la mirada.

Es un chico rubio bajito, del tamaño de Yoongi, con un aspecto de celebridad ídolo, que silva mientras se quita las gafas de sol para ver mas de cerca el daño.

-Esto te costara una fortuna.

-¿A mi? ¡Tu eres el que se cruzo en mi camino!

-Blanquito, tu diste el impacto.

-Yo- blanquito...-Yoongi simplemente no puede creerlo -¡Veras la paliza que este blanquito puede darte! Intento mediocre de Ken.

Y como todo alborotador, se posiciona listo para el combate, pero no actúa.

Seokjin prefiere intervenir antes de cualquier infortunio.

Se hace tarde para ir a clases.

-Podemos arreglar esto después. Dame tu numero para quedar.

Y mientras Jin crea un pacto, tomas a Yoongi de los hombros y lo guías al auto nuevamente. Lo convences de que es mejor buscar otro lugar, por esta vez, ya después encontrarán la forma de marcar territorio.

ZYKLEN 永続; HOPEVWhere stories live. Discover now