Chapter 39

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Habia noches en las que sinceramente él no podía dormir tranquilo, se levantaba agitado y revisaba al lado de su cama para ver una cabellera pelirroja cubriendo la almohada respirando con suavidad. Se levantó y bajó las escaleras hasta la sala mientras encendía la lampara al lado de la biblioteca que Lily tenía tan organizada y que Lyra se había dedicado a complementar acomodandolos por orden alfabetico.

Recordar lo feliz que Lily parecía estar con Lyra todos esos días le hizo sentir un enorme nudo en el estomago. James aún estaba atormentado por el grito de Lily y sus lagrimas al enterarse de que el bebé que llevaba en su vientre había muerto. No quiso saber siquiera si sería niña o niño, el solo recuerdo de los momentos donde ambos discutían nombres y a quien se parecería eran dolorosos.

Estaba tan molesto con el mundo, quería matar a Peter con sus propias manos, encontrarlo y hacerlo sufrir. Pero había sido mas hábil y eso lo hizo pensar que quizás se había equivocado al aceptarlo desde el inicio en su pequeño grupo de amigos.

Sus pensamientos se trasladaron al momento en el que fue a enfrentar a Dumbledore a su despacho. El le había explicado lo que había sucedido aquella noche, un extraordinario hecho que solo le dejaba perplejo y aturdido ante lo que suponía parecía ser una magia extraña.

Esa noche, Harry había sobrevivido gracias a una serie de sacrificios voluntarios por parte de cada uno de los que estuvo dispuesto a dar su vida por él esa noche. El sacrificio de Lily, sin embargo, no acabó con su vida, pero la de el bebé que llevaba en su vientre no solo le salvó sino que otorgó a su hermano también la oportunidad de sobrevivir.

Sin embargo, Lily no pudo volver a concebir por mas que ambos lo intentaron y eso definitivamente le dejó una frustración que con el tiempo fue mitigando. Aquel hechizo imperdonable pareció dejar una herida dentro de ella que no sanaba facilmente y que ningún medimago podía ayudar a resolver.

Verle cocinar con la hija de Sirius, reír y hacer pociones, le generó una serie de sentimientos que había enterrado desde hacia ya años. ¿Le reprocharía Lily por no haberle protegido lo suficiente? Seguramente no. Ella le había demostrado cuanto le seguía amando de cualquier forma. 

Una lechuza estaba posada en frente de la ventana picoteando constantemente con ahínco. La lechuza le era familiar, sobretodo porque su mejor amigo la había comprado de aquel color pareciendole gracioso regalarsela a su recién conocida hija.

- Eggsy - musitó recordando aquel terrible nombre que Lyra había decidido darle.

¿Habría pasado algo? Abrió la ventana y la lechuza negra se posó en el mueble, James retiró el sobre y acarició su pico con delicadeza.

Se sorprendió enormemente al ver que la letra no era de Lyra sino de Harry, ¿por qué no habria usado a Hedwig? Acomodó sus lentes y se sentó junto a la lampara para ver mejor.

Papá

Espero te encuentres bien. Desde la última vez que te vi me pareció que han pasado siglos. Quiero decirte que las cosas están mejor, realmente me llevo bien con las clases de Defensa contra las Artes Oscuras, he aprendido bastante y no te imaginas cuanto.

Lyra ha sido en su mayoría un tremendo dolor de cabeza y es como si una cicatriz constantemente me recordara lo mucho que duele lo insoportable que es. Realmente me gustaría tener noticias de todos. El correo no es un medio tan fiable para mantener el contacto porque nunca se si realmente me responderán.

Me ha ayudado saber que tengo buenos amigos, nos hemos hecho cargo de seguir estudiando para los TIMO y espero obtener los mejores puntajes esta vez. El partido de Quidditch se acerca y se que les gustará venir a verme.

Los Merodeadores - Reescribiendo el FuturoWhere stories live. Discover now