Capítulo 14.

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Hacía mucho frío en la habitación, por lo que el pequeño omega estaba encogido en una esquina de la jaula. Era de madrugada y todo estaba en silencio, trataba de reunir algo de calor con una frazada que Wen Qing le había dado, pero no era suficiente, aunque era mejor eso que nada, agradecía todo lo que la alfa arriesgaba al traerle cosas, muchas veces los guardias la regañaban diciendo que no podía darle algo sin permiso, con suerte tenía su comida del día. Si pudiera transformarse en lobo las cosas serían más sencillas y el frío no le afectaría así, sería más resistente. Pero era inútil, no importaba cuanto lo intentara, seguía sin poder volver a su forma de lobo.

Ya llevaba cuatro días en ese lugar, no había vuelto a ver a Wen Chao y la verdad lo agradecía, no tenía la fuerza para enfrentarse al hombre. Wen Qing trataba de ir lo más posible a verlo y contarle las cosas del exterior, en ocaciones Wen Ning también se lograba colar dentro de la habitación. Agradecía a los hermanos pero estaba cansado de la situación. Usualmente Wen Ning llegaba para llevarlo a asearse y hacer necesidades. Pero siempre los alfas los escoltaban. Era inútil burlarlos, además de que dos omegas contra ellos era como si una hormiga intentara derribar a un león. Temía de que en cualquier momento esos alfas los atacaran.

—Lan Zhan... ¿Dónde estás?— su voz era baja y se escuchaba rota.

Una lágrima traicionera empezó a descender por su rostro, podía sentir el dolor y ansias de su pareja, así que suponía que Lan Zhan también podía sentirlo. Trataba de ser fuerte y no preocupar al alfa, pero era difícil, con el lazo hecho la distancia era más dolorosa, sin embargo al mismo tiempo era lo único que lo seguía manteniéndolo cuerdo. Con cariño acariciaba su marca de la nuca, percibía el miedo de Lan Zhan y como la desesperación del alfa aumentaba conforme los días avanzaban.

Con la soledad de la habitación empezó a tararear la canción que Lan Zhan solía tocarle con en el guqin. Justo como cada noche la sensación de angustia crecía, en ese momento el trataba de mandar una sensación de bienestar, y así decir al alfa que seguía ahí y que no se rendiría. Si bien el miedo seguía allí, hacía las cosas más soportables el sentir a su pareja a través de su lazo. Aunque no sabía cuánto tiempo podría aguantarlo.

Llegó un punto en donde Wei Ying empezó a sentir el peso del sueño, no supo en que momento sus ojos se cerraron, pero cuando menos lo pensó había caído en la inconsciencia.

Con el sol saliendo nuevamente y la puerta de una fría habitación abriéndose el omega se despertó rápido. En otras ocasiones hubiera seguido durmiendo, odiaba estar despierto desde temprano y solía caer como muerto al dormir. Pero con los nervios a flor de piel de estos días le era imposible dormir profundo, de hecho odiaba dormir, sabía que no era seguro, pero el cansancio lo tumbaba. En la puerta un soldado le llevaba una bandeja con alimentos, la pasaba por abajo y se le quedaba viendo.

—Vamos omega, tu olor amargo no me agrada— se acercó a los barrotes de la jaula.—por que no mejor te relajas y liberas ese dulce aroma que tienes. Es mejor...

Wei Ying sólo le dedicó una mirada seria. Quería insultarlo, pero no correría el riesgo de que el alfa intentará algo. Era muy peligroso. En el tiempo que estaba ahí sabía que la llave estaba a cuidado de los guardias, por lo que Wen Qing no había podido hacerse de ella. Los hombres parecían estar siempre en alerta.

El guardia empezaba a sacar un dardo, era un bloqueador de forma, llevaban días aplicándoselos. Por órdenes de Wen Chao no dejaban que Wei Ying estuviera en su forma lobo, era muy arriesgado ya que en un descuido podría herir a alguien en las ocaciones que era sacado de la jaula.

Sin poder esquivar el dardo, terminó con un pinchazo en su hombro, y de nuevo esa sensación extraña lo inundaba.

—Te has vuelto más dócil, eso alegrará al maestro Chao. Con suerte saldrás hoy de esta jaula... si te comportas podrías tener una mejor habitación—Con una sonrisa de burla el alfa se retiró del lugar.

Noche de CaceríaWhere stories live. Discover now