Extra 2.

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Lan Zhan acariciaba la pálida mejilla del omega, su mirada delataba preocupación, además de sentir impotencia por no poder hacer algo al respecto.

—HanGuangJun, él estará bien—dijo la doctora antes de salir de la habitación y mirar como el alfa no se apartaba de su pareja.—Está exhausto por el parto, su cuerpo apenas resistió la operación, necesita reposo.

—Quedó inconsciente en cuanto vió a los gemelos—murmuró tomando la delicada mano de omega y llevándola a sus labios, de forma lenta depositó un beso sin despegar la vista de su amado.

A diferencia de los otros dos embarazos este resultó ser más delicado, al final el parto se terminó complicando, apenas si pudieron hacer una cesárea a tiempo. En cuanto Wei Ying supo que sus dos hijos estaban a salvo su vista se nubló y cayó en la inconsciencia.

—WuXian es fuerte, lo más seguro es que despierte dentro de ocho o nueve horas. Pero para cualquier cosa no dude en buscarme—dijo la mujer antes de desaparecer.

—Mn—asintió el alfa pero aún así siguió sin mirar a la mujer.

Pronto la habitación se sumergió en un profundo silencio, sólo hasta que uno de los bebés comenzó a llorar, el alfa se alejó de su pareja para ir a la cuna donde reposaban sus hijos. Con apuro cargó a uno de los recién nacidos para evitar que el otro despertara. Meciéndose suavemente logró que la pequeña criatura guardara silencio, aunque seguía despierto, mirando atentamente al alfa.

Aún era pronto para decir el color de ojos pero Lan WangJi aseguraba que eran iguales a los de Wei Ying. Con paciencia el alfa arrulló al menor mientras tarareaba una melodía. Justo en cuanto colocó al bebé en la cuna se escucharon unos suaves golpes en su puerta.

Echándole una rápida mirada a su pareja y cachorros fue a atender. Del otro lado se encontraban nada más y nada menos que Lan Yuan y Lan Jia, ambos con miradas preocupantes.

—Hola padre... sé que deberíamos estar en nuestras habitaciones pero... no podemos dormir—dijo Lan Yuan bajando la mirada.

El alfa les miró enternecidos y se hizo a un lado, indicando que entraran en la habitación. En cuanto los menores ingresaron en la habitación miraron al Wei Ying, quien seguía dormido y sin señales de despertar. Unos suaves quejidos llamaron la atención de los menores, quienes con emoción se acercaron para mirar a los nuevos integrantes de la manada.

Dentro de la cuna había dos bebés con mejillas rojas y brillantes ojos, ambos estaban despiertos y con la mirada perdida.

—¿Cuál es cuál?—preguntó SiZhui.

Lan WangJi se acercó y cubrió bien a los menores—Él es A-Yu—indicó al bebé más tranquilo que parecía a punto de dormir nuevamente—Y él es A-Yang—señaló al que parecía más despierto y sin intenciones de dormir.

—Son muy pequeños—murmuró Jia.

Lan WangJi sonrió y acarició la cabeza de la menor—Así de pequeños fueron ustedes.

—¿Enserio?—miró con asombro la menor.

—Mn.

Lan Jia giró su cabeza en dirección de al omega, sentía miedo al ver que su madre no despertaba. Era tan extraño ver a Wei Ying en ese estado. Sin querer los ojos de la menor se llenaron de lágrimas, agarró las ropas del alfa y se pegó más a este tratando de encontrar consuelo.

—Mamá...—llamó en voz baja con labio tembloroso y ojos rojos.

Lan WangJi se apresuró a tomarla en brazos y recostarla sobre su pecho. La menor no resistió más y soltó en llanto, el cual fue amortiguado por el cuerpo de alfa.

Noche de CaceríaWhere stories live. Discover now