Capítulo 26.

1.8K 206 31
                                    

El tiempo había pasado con prisa, como que habían pasado dos semanas y ya todo había vuelto a ser como antes, con la diferencia de que NamJoon ahora consentía a JiMin en todo lo que este pidiese, sin excepciones, esto de cierta forma hacía sentir a JiMin un poco mal, ya que creía que, de cierta forma, se estaba aprovechando de NamJoon, así que cuando podía, intentaba no depender tanto del rubio y hacer las cosas por sí mismo.

Rosé por otro lado, le había confesado a JiMin que tenía pareja, desde hacía casi un año, cosa que ofendió a Park porque no sabía nada, días después el pelinaranja conoció a Kim JiSoo, una alfa y el motivo por el que Rosé nunca estaba en casa, estaba a punto de sufrir un shock existencial porque realmente a Rosé no le gustaba TaeHyung, pero fuera de eso, JiSoo era un amor en persona, divertida y adorable, bastante entrañable, así que el único problema que JiMin le veía, era que aún no se casaba con Rosé, pero eran muy jóvenes para eso.

JungKook y TaeHyung visitaban de vez en cuando el hogar de estos tres seres, ya sea para hacerle compañía a Rosé o para hacer enojar JiMin un poco, diciéndole que era fácil de irritar.

JaeMin no había vuelto a aparecer, cosa que JiMin agradecía todos los días; los padres de NamJoon estaban algo distanciados, la madre de Kim a veces lo llamaba para saber como estaban yendo las cosas, en una de esas llamadas, le dijo a NamJoon que estaba a punto de divorciarse, esto afectó mucho al rubio, ya que definitivamente eso no era lo que quería, así que pasó unos días en trance, días en los que a JiMin le tocó consentirlo a él y no al revés, como había sido siempre.

TaeHyung se lo había tomado más bien que otra cosa, no era que no le interesara, simplemente no le había afectado la noticia, JiMin se había dado cuenta de que al menor le molestaba e incomodaba que hablasen de JaeMin frente a él, así que todos trataban de no hacerlo.

De repente HoSeok había comenzado a visitar la casa con frecuencia, a JiMin no le importaba, de hecho disfrutaba de la compañía de Jung, pero este asaltaba la cocina cada vez que podía, y hasta llegó a tomar unos chocolates de JiMin una vez, si NamJoon no hubiese estado allí...

En conclusión, las cosas iban bien, bastante bien, así que todos estaban felices y contentos, disfrutaban todos los días con alegría, ya no habían motivos para preocuparse, así que no podían pedir nada más.

—¿A qué hora regresas?— preguntó JiMin, bajando las escaleras junto a NamJoon, como todas las mañanas, para acompañarlo a la puerta.

—No lo sé bebé, tengo una junta con unos inversionistas, así que si no llego a las diez o antes, no me esperes despierto.— el rubio plantó un beso en los labios del menor, al separarse sonrieron, aún creyendo que todo parecía un sueño.—Te veo luego.— JiMin asintió rápidamente, viendo como NamJoon salía de la casa.

Otra vez estaba solo, ya era costumbre, Rosé volvería a la hora de la comida para almorzar, así que tenía unas horas para ver una película, una serie o leer una historia.

—Me voy a consumir del aburrimiento.— susurró mirando para todos lados en busca de qué hacer, hasta que su mirada se topó con la puerta de la biblioteca, ¿como no se le había ocurrido antes? Allí pasó toda la mañana, hasta que llegó Rosé con la comida.

—¿Qué tal van las cosas con JiSoo?

—Oh... Bueno, dice que quiere presentarme a sus padres, pero yo no estoy lista...

—¿Cómo que no estás lista? Rosé, para que le caigas mal a alguien hay que ser tonto y lo que sigue, eres el amor en persona.

—Sí, claro.

—¿Cuál es el problema?

—Creo que no me aceptarán...

—¿Por qué?

Marry Me | NamMin | (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora