ᴇʟ ᴇɴᴄᴀʀɢᴏ ᴅᴇ ᴜɴ ᴀ́ɴɢᴇʟ // ᴊᴏᴇʀɪᴄᴋ

《 Capitulo 19 》

Al día siguiente:

—Joel ¿Con quién hablabas ayer? —pregunté mientras tomaba una cucharada de mi cereal

—Con nadie —dijo rápido— ¿Po-por qué la pregunta? —preguntó un tanto nervioso

—Ayer mientras dormía, pude creer que hablabas con alguien

Joel solo se permaneció callado con la vista perdida viendo hacia la ventana.

—¿A quién lastiman?

—¿Eh?

—Tú le preguntaste que porque lo lastimaban, ¿quien era?

—No, nadie Erick, puede que solo haya sido un sueño.

Asentí tomando otra cucharada de cereal.

—¿Qué harás ahora?

—Mmm no lo sé ¿Alguna opción?

—Podríamos ir a la playa como habíamos quedado antes —dijo desapareciendo de la mesa y apareciendo cerca de la estufa

—Buena idea, pero esta vez me dejas manejar. ¿Aun tienes tu carro?

—Sí.

—Entonces hay que irnos

Dije a toda prisa pero Joel me detuvó. El dijo que tenía que bañarme y era cierto, estaba sucio y no podría irme a la playa oliendo a pescado. Tome una duña, me puse un short con una camisa de mangas cortadas con decoración de palmas. Joel apareció en mi habitación justo cuando me estaba peinando, él me miró por el espejo y se echó a reir

—¿Ahora de que te ríes?

—De lo que traes puesto.

—Vamos a una playa, tenemos que ir con algo que tenga que ver con la playa

—Sí.. como digas —dijo entre risas

—¿Tú que traes puesto?

—Una playera blanca y un short azul ¿no lo notas?

—Si ya lo noté. Pensé que usarías tu atuendo de ángelito por siempre

Su atuendo de ángelito era un traje de color blanco y zapatos blancos; pareciera como si hubiera hecho su primera comunión.

—Yo también hasta que me probé esta ropa

—¿De dónde la sacaste?

—De uno de tus cajones

Pero yo no tenía esa ropa... un momento

—Esa ropa, es de mi papá

—¿En serio?

—Sí. Era su conjunto favorito para ir a la playa —dije con voz melancolica

—Oh lo siento dejame y me la quito

—No, no te la quites; te ves bien con eso puesto

El me sonrió y yo a él.

—Deberíamos irnos, esto se está poniendo incomodo —dijo y desapareció.

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Ibamos de camino. El recorrido de la ciudad a la playa era de una duración de aproximadamente 1 hora con 20 minutos; eran las 7 y 35 de la mañana y no se miraba gente en las calles, ni autos en las carreteras. Que flojos.

Joel me había prometido que no se quedaría dormido durante el transcurso del viaje; pero con solo 10 minutos de trayecto él ya estaba en un profundo sueño, no roncaba solo podía oír el sonido de su respiración.