ᴇʟ ᴇɴᴄᴀʀɢᴏ ᴅᴇ ᴜɴ ᴀ́ɴɢᴇʟ // ᴊᴏᴇʀɪᴄᴋ

《 Capitulo 2O 》

Cuando morímos todos están ahí para ti.

Pero ¿de qué sirve que estén si ya estás muerto?

Cuando era niño odiaba los funerales, y no, no era por la pérdida del familiar y que fuera un momento triste; sino porque ahí se miraba la hipocrecía de la gente.

Cuando estás vivo, la gente te crítica, te dicen todo lo malo que haz hecho ¿Y lo bueno? Nadie lo recuerda. Porque siempre están ahí para undirte, arruinarte, destruirte y por último matarte.

Desde arriba pude ver como un montón de personas se acercaban a verme en el ataúd
Y fingían dolor.

Iban personas que eran mis "amigos"  pero me abandonaron cuando más lo necesité. Y ahora que me ven ahí, ahora saben que existía.

La hermana de mi madre la está consolando, pero cuantas veces no me maldijo en mi propia cara diciendo que yo era un bueno para nada.

Mi padre está llorando, ¿Ahora si le duele? Pero no le dolió cuando me golpeó por confesarle que era gay.

Mi hermano está con una rosa blanca, sujetandola con todas sus fuerzas, pero olvida la rosa que le regalé en su graduación y rompió sus petalos porque el decía que el regalo era muy de maricas.

Atrás muy en el fondo del cuarto están unas viejas, y digo viejas ya que tienen de 60 para arriba. Viendo como mi mamá llora y susurran "se lo merece por apoyar su orientación" para después ir con ella, abrazarla y decirle que sentian mucho lo que estaba pasando.

Pinche gente hipocríta.