Kara fue adoptada por los Danvers cuando sólo tenía tres años, después de que sus padres muriesen en un fatal accidente de tráfico. Varios años después, Jeremiah, su padre adoptivo muere y Kara junto con su madre y su hermana adoptivas se trasladan...
Las semanas fueron pasando. Yo estaba mejor, más relajada. Volvía a sentirme yo misma. Lena seguía yendo a clase y cuando volvía a casa, preparábamos la boda junto con Alex y Sam.
Ellas habían decidido que querían casarse en Midvale, así que les ofrecí el camping con cabañas cerca del lago al que fui con Lena y del que mis padres resultaron ser dueños. Eso les hizo mucha ilusión, ya que les preocupaba que los invitados tuvieran que pagarse un hotel, ya que en casa de nuestra madre no cabíamos todos.
Tampoco es que fuésemos a invitar a un ejército. Entre las cuatro acordamos que sólo serían nuestras familias y los amigos más allegados.
Eliza había vuelto a su casa de National City hacía un mes. Yo me ocupaba de nuestros hijos con ayuda de Martha mientras Lena estaba en clase y Sam y Helena me iban manteniendo al día de las empresas, igual que a Lena. Por ahora, habíamos dejado a gente de total confianza al cargo. Gente que llevaban años allí trabajando para mis padres y habían sacado todo adelante.
En cuanto a las empresas que Lena le quitó a su padre, las dos primeras semanas hubo que despedir a casi la mitad de todos los empleados de Lionel. Seguían siendo fieles a su antiguo jefe. Otra parte no estaba de acuerdo en que Lena se hiciera cargo de las empresas, así que se marcharon. Lex y Lillian fueron los encargados de contratar a nuevo personal.
Yo ya me había adaptado algo más a la vida con tres bebés. Aunque a veces me volvían loca, se me hacía raro cuando alguna noche no lloraban pidiendo su comida, durmiendo algo más seguido.
Lillian nos había conseguido un médico mejor para Collin. Nos dejó algo más tranquilas al decirnos que posiblemente, su problema se arreglaría con el tiempo y que no necesitaría ninguna operación, aunque tampoco se atrevió a asegurárnoslo al cien por cien.
Faltaban tres días para nuestra boda y Lena y yo estábamos nerviosas, aunque cada una intentaba ocultárselo a la otra. Eliza estaba en Midvale, junto con Lillian y Helena, organizando todo en el camping.
-Kara: Lena, amor... ¿Has visto mi cepillo de dientes? No lo encuentro.
-Lena: ¿No está en su sitio?
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-Kara: Si estuviera ahí, no te lo estaría preguntando. Y dudo mucho que le hayan salido piernas y se haya escapado por la ventana. – dije, algo molesta.
-Lena: Kara... Cariño... Ven aquí... - dijo sonriéndome. Me acerqué a ella y Lena me agarró de la cintura, pegándome a ella todo lo que podía y besándome.
