⚓Interpol⚓ Larry Stylinson. [Omegaverse]

Nine.

Los sucesos que habían ocurrido en aquel preescolar hicieron que el ojiazul abriera sus ojos y mirara alrededor.

Estaba en un hospital y estaba seguro de eso por que tenía una intravenosa en su brazo. Miró alrededor y no había nadie, así que se arrancó la intravenosa sintiendo un dolor después de aquello pero no le importó. Se levantó con dificultad mientras veía que su brazo izquierdo estaba lleno de curitas, recordó que se había lastimado el brazo pero no recordaba con qué.

Se bajó de la cama y cayó de rodillas. Su cuerpo hormigueaba, y parecía que no podía mover muy bien su cuerpo, era como si su tuviera algo en su sistema que le impedía moverse.

—¡William!

Alzó su mirada encontrando al rizado preocupado mientras se acercaba hacia él. El ojiverde lo cargó y lo puso delicadamente en la cama, haciendo una mueca cuando vio que el brazo en el que estaba la intravenosa se empezaba a tornar morado.

—¿Qué haces aquí?— preguntó el ojiazul mirando al ojiverde.

—Llevo esperando que despiertes desde hace cuatro horas.— dijo el rizado haciendo aún lado sus pies para luego sentarse ahí.

—¿Y Ian? ¿Él está bien, verdad?— preguntó el ojiazul no queriendo aceptar lo que había pasado, su mente estaba confusa.

—Sabes que no es así.— dijo el rizado agarrando su mano—. Él murió, bebé.

—No.—susurró el ojiazul negando, sus ojos rápidamente se llenaron de lágrimas—. ¡Él no está muerto! ¡Mientes!—gritó el ojiazul intentando levantarse de la cama para buscar a Ian. No podía quedarse ahí, en ese lugar.

—Tranquilo.—dijo el rizado acercándose a él y abrazandolo—. Esta bien que llores, bebé.

—¡Él no está muerto! ¡Él me salvó!—gritó de nuevo el ojiazul aferrándose al rizado.

Harry tuvo que marcar con su aroma al ojiazul cuando este empezó a intentar soltarse de sus brazos. —Esta bien, bebé. Él era un héroe y por eso te salvó.

—Él era mi amigo.— susurró el ojiazul más calmado—. ¡Y ellos lo mataron!

Harry solo pudo abrazarlo más fuerte mientras dejaba que él ojiazul mojara su camiseta con sus lágrimas. Se aferró a él hasta que se hubo tranquilizado. Tendría que hablar muy seriamente con su jefe para que le diera alguna explicación lógica de el por qué habían mandado a Louis a hacer un trabajo que no le correspondía.

Se alejó un poco del ojiazul para ver que era lo que estaba haciendo y vio que miraba fijamente la camiseta que llevaba. La camiseta de Louis estaba manchada de sangre así que no era muy difícil decir el porque la miraba tanto.

—Vamos a quitarte esa camiseta.— dijo el rizado viendo que el ojiazul se estremecía y solo asentía.

Primero lo dejó unos segundos en la cama mientras agarraba una sudadera que se había quitado horas antes. Le ayudó a quitarse la camiseta y luego le colocó la sudadera que le quedaba inmensa, le dobló las mangas para que sus manos quedaran descubiertas. Después agarro la camiseta llena de sangre y la tiró en un bote de la basura que había ahí. Sabia muy bien que Louis no se volvería a poner esa camiseta nunca más.

Se acercó de nuevo a él y lo envolvió en sus brazos de nuevo. El ojiazul solo soltó un suspiro mientras acomodaba su cabeza en el hombro del rizado. Su delicioso aroma estaba ayudándolo a tranquilizarlo, así que dejó que Harry envolviera sus brazos alrededor de su cintura.

Había pasado por tanto en estas últimas hora que en lo que llevaba trabajando en la Interpol. Habían estado a punto de matarlo si no fuera por que Ian llegó a tiempo y lo había empujado hacia el carro. También hubiera muerto si Ian no lo hubiera protegido mientras él caminaba hacia Tedd. Ian le había salvado la vida y estaría eternamente agradecido con él.