Thirteen.

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Ese día se estaba cumpliendo dos meses desde la muerte de Ian.

Obviamente el ojiazul estaba con un humor bastante deprimente, la tristeza de notaba en sus ojitos azules porque no habían podido encontrar alguna pista que los guiara hacia los ladrones de las armas robadas ni a Jonathan Ernist.

Harry le decía que pronto tendría algo nuevo sobre ellos pero entre más pasaban los días, más perdia la esperanza de que los encontraran. En esos últimos dos meses no habían habido ningún ataque con las armas robadas. Era como si toda esa banda, y Ernist hayan desaparecido.

El ojiazul sacó de su mochila una caja con chocolates que había comprado cuando venía de regreso de su almuerzo. Las había visto en una tienda de dulces y le había soltado al mano al alfa para ir a comprarlas. Se había comido casi la mitad de los chocolates de camino hacia la estación de policías y las restantes las había guardado en su mochila pero ahora era el momento adecuado de sacarlos.

Se deshizo del envoltorio que envolvía el delicioso chocolate y lo llevó a su boca. Gimió gustoso cuando el sabor le envolvió la boca. Le mandó un rápido mensaje al rizado diciéndole que necesitaba comprar una caja de esos chocolates ya que estaban buenísimos.

Con respecto a su relación con el alfa, cada vez aumentaban sus sentimientos por él. Era como si ahora fueran novios de verdad y no solo de 'mentira'. El alfa era tan lindo con él, lo llevaba a cualquier lugar que quería y paseaban por las calles de New York agarrados de la mano.

Aunque ninguno de los dos había establecido que tipo de relación tenían, aún.

—¿Se puede?

El ojiazul volteó a mirar hacia la puerta en donde Karen estaba parada con varias carpeta en sus brazos.

—Por supuesto, pasa.— dijo el ojiazul tirando la caja que ya no contenía chocolates a un pequeño bote de basura que había ahí.

—El jefe me pidió que firmaras esto.— dijo la omega dejando a la vista los papeles y poniéndolos en el escritorio del ojiazul.

—¿Qué es esto?— preguntó el ojiazul limpiándose con una toallita los residuos en sus manos hechos por los chocolate que se había comido.

—Es la lista de todo el personal, vienen todos tus datos aunque no recuerdo porque hace que lo firmemos el jefe.— dijo la omega pasándole la carpeta al ojiazul.

—De acuerdo.—el ojiazul le dio una ojeada a los documentos y después de darse cuenta de que Karen tenía razón las firmó—. Ya está.—dijo pasándole la carpeta.

—Gracias William.—dijo la omega agarrando la carpeta y encaminándose hacia la puerta—. Nos vemos luego.

—Adiós.— se despidió el ojiazul para después sacar su celular de la mochila.

Miró la hora y se dio cuenta de que ya se acercaba su hora de salida. Guardó todas sus cosas en su mochila y salió de su oficina. Tenía hambre así que convenceria al rizado para que fueran a algún lugar. Necesitaba algo de comida urgentemente.

Caminó hacia la salida cuando le llegó un mensaje en su celular. Confundido revisó el mensaje y era de un número desconocido en el que decía: 'estoy cerca'. Miró para todos lados pero solo había policías a su alrededor. Salió de la estación con prisa y vio a todos lados para ver si estaba su alfa pero no estaba.

Caminó hacia el edificio en el que el rizado trabajaba y se dio un golpe mentalmente por no haberse dado cuenta de que el nombre de la empresa era "Johnson Company" pero, ¿no era ese el apellido que estaba utilizando el rizado ahora que estaba de encubierto?

⚓Interpol⚓ Larry Stylinson. [Omegaverse]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon