Mates Mafiosos [#2: TRILOGÍA ABBADON]

Capitulo 14

Argent

Había pasado un par de horas desde que salimos de las celdas en donde estaba el Rouge, y si digo estaba en pasado no hay que ser muy inteligente para saber que significa "Diviertancen chicos" y después los gritos del lobo.

Kilian se encerró en su oficina sin decirme nada, su mente estaba en blanco y sabía que lo hacía al propio para que no pudiera leer su mente, como odio esto.

Bien ya me cansé de esto voy a salir y nadie me va a detener, me puse unos tenis deportivos, una pantaloneta gris y una camiseta manga larga también deportiva.

Baje las escaleras y cuando pase al lado de la oficina sentí el olor de otros lobos y también lobas, el enojo recorrió mi cuerpo y cuando iba a hacer algo insensato mi vampiresa me habló.

-Se que yo también me siento así de celosa, pero esas lobas tienen mate y son los lobos que están en esa oficina, son unos cuantos alfas de la región, me lo dijo Darko ya que pudo oler tu enojo- suspire, ¿por qué tenía Darko que decirle eso a Camila si Kilian podía hablar conmigo? Ahora me siento triste, que bipolar soy estaba enojada y ahora estoy triste.

-Esta bien Cami- abri la puerta de la casa y salí, iba caminando por la manada y todos me hacían una reverencia, pero podía oler su miedo. Mi tristeza aumentó más y fui al parque de la manada, me senté en una banca y comencé a ver a los niños que jugaban con una gran sonrisa en sus rostros.

-¿Luna?- escuche una voz cerca de mi y volvi a ver y ahí se encontraba Emily.

-Hola Emily- la saludé y mi vista bajo a su abultado vientre- ¡¿enserio, cuanto tienes?!- pregunte con emoción.

-Tengo un mes de embarazo, esta es la primera vez que salgo desde que me di cuenta de que estaba embarazada, los hombres lobo pueden ser un poco bastante posesivos y aún más estando embarazada- explico Emily, eso me hizo recordar a Kilian, porque no me dijo nada, porque se encerró en esa habitación y no deja que me acerque.

-Muchas felicidades, ven siéntate debes estar cansada- y la ayude a sentarse mientras veíamos a los niños jugar.

-Disculpa si esto va a sonar como si fuera una entrometida, pero ¿porqué estás tan triste?- ¿tan evidente era?

-Tranquila y solo es que desde que salimos de los calabozos Kilian se encerró en su oficina y no me a hablado y solo se a comunicado conmigo a través de mi vampiresa, eso me pone muy triste siento como si me estuviera rechazando- dije y tire mi cabeza hacia tras.

-Puede que solo necesite pensar un poco, o está ocupado con su trabajo de ser alfa- no creo que sea eso, él siempre me dice cuando está ocupado por el trabajo y no pone su mente en blanco.

-No lo sé, pero prefiero olvidar este tema y respirar un poco de aire fresco- vi como uno de los niños se calló enfrente de nosotras, me levante lo más rápido que pude y lo ayude a levantarse, sus padres venían corriendo preocupados.

-Disculpenos Luna- ¿Porqué se estarían disculpando?

-No tienen que disculparse, no han hecho nada para ofenderme- dije y ellos asintieron.

-Gracias Luna, adiós Luna- dijo el pequeño despidiéndose con su mano, imite el gesto y sus padres me hicieron una reverencia antes de irse.

Emily me dijo que ya tenía que volver a casa, y su mate vino por ella. Me volví a quedar sola y no quería volver a casa, me senté estilo indio y comencé a ver como el sol se escondía y daba la bienvenida a la luna, bien creo que podría ir a comer.

Me levante y fui al bosque a casar algún animal, cuando escuché un aullido de tristeza sabia bien de quien era ese aullido, y en cuestión de segundos tenía un enorme lobo negro con ojos amarillos viéndome, lo empujé tratando de no hacerle daño.

-Enserio, solo vine a cazar, me duele tu falta de confianza- y me largue sin darle la oportunidad de responder aunque solo puede hablar en mi mente y listo.

Vi un venado y sin pensarlo dos veces me lancé sobre él, estaba siendo muy descuidada a la hora de comer, pero estaba muy enojada y triste como para pensar en comer bien.

Me levante y con el dorso de mi mano limpie mi boca llena de sangre, mi ropa también estaba llena de sangre ¡mierda, lo que va a costar quitar esas manchas de sangre!

-Lo siento, se que te he estado evitando el día de hoy, pero necesitaba un tiempo para pensar en lo que dijo ese rogue- estaba detrás de mi, podía sentir su dolor y eso me causaba aún más tristeza.

-Me lo hubieras dicho y yo entendería, pero solo te encerraste en esa habitación y no dejabas que escuchara tus pensamientos como quieres que me sienta con algo así- dije mientras ne daba la vuelta para ver su rostro.

-Lo siento enserio- dijo y me abrazó, su dolor era aún más fuerte, le devolví el abrazo, y nos fuimos a la casa- cariño tenemos que ir al mundo humano tengo unos asuntos que resolver- yo asentí y entramos a la casa fuimos directo a nuestra habitación y cerro la puerta con llave- pero antes podríamos divertirnos un poco- se acercó lentamente con una sonrisa pervertida en su rostro sabía a donde quería llegar.

_________________________________________

Después de un momento de pasión con mi compañero, estábamos tomando una ducha para después ir a hacer las maletas.

¿Que serán los asuntos que tiene que resolver mi lobito?

-Es sobre la mafia vampirita- mierda no me acostumbro a que lea mis pensamientos.

Hicimos las maletas y ya estábamos adentro de la camioneta, rumbo al mundo humano.

_________________________________________

Estábamos ya en donde Kilian tenía la mayor cantidad de droga y donde tenía los problemas, yo estaba sentada en su oficina junto con él y algunos de sus socios que me veían como si me quisieran comer.

Que puto asco me dan, trate de acomodarme mejor en la silla, uno de sus socios estaba sentado a mi derecha y mi lobito estaba a mi izquierda. El viejo asqueroso que estaba a mi derecha posó su mano en mi pierna y estaba tratando de subirla hasta que lo detuve cuando coloqué mi pistola justo donde tiene a su amiguito, escuchaba los latidos desesperados y como tragaba saliva nervioso.

Me cansé de estar en ese lugar, entonces preferí salir no sin antes darle un beso a mi lobito, y sentir el enojo de una de las chicas que estaba en esa sala, sonreí victoriosa.

Salí y fue cuando todo comenzó un montón de disparos en donde uno de esos me dio, sabia que no me iba a hacer nada, pero esas balas no eran normales, ya que me estaban produciendo un dolor inmenso, con el mayor esfuerzo que pude la saque de mi brazo la bala, ¡joder era verbena! De pronto todo comenzó a dar vueltas y solo vi una silueta de un chico frente a mi.