El amor es una desventaja peligrosa(Sherlock Holmes)

De regreso en Baker Street

Estabas sentada en el sofá negro de Sherlock mirando televisión y comiendo helado para pasar el aburrimiento, sentiste pasos y la puerta se abrió dejando ver al detective
Rápidamente te levantaste y saltaste sobre él dándole besos en toda la cara

- ¡al fin vuelven! -te aferraste a él- la próxima iré con ustedes, no me importa si tenga trabajo o no. El departamento está tan callado, sin gritos, tiros, regaños...

- así sí da gusto volver -dijo tomando tu rostro para darte un tierno beso.

- se nota que a mi no me extrañaste -dijo John haciendo cara de perrito.

- aw, cómo no te voy a extrañar -lo abrazaste- mi pequeño Bilbo Bolsón, no vuelvas a salir de la comarca

- ibas bien, pero no podrías dejar pasar el burlarte de mi estatura ¿verdad? -dijo mientras tenía la cara en tu hombro.

- sabes que lo digo con cariño -sonreíste- ahora que estamos juntos llamemos a Clau y vemos pelis los 4 -dijiste dando pequeños saltitos.

- nop -respondió Sherlock. Dejaste de saltar y lo miraste.

- ¿por qué no? -frunciste el ceño.

- porque yo ya tenía planes -lo miraste confundida- llevarte a conocer a mis padres -dijo suspirando y sonriendo no muy convencido.

- ¿bromeas? -negó- ¿quieres que conozca a tus padres?

- asintió- mañana estaremos allí, ya los llamé avisandoles, sonaban contentos

- ¿en serio? -dijiste alegre.

- sip, sus palabras exactas fueron "Sherly traerás una chica, es bueno saber que estás con una mujer. Traela cuanto antes, estamos emocionados"

- empezaste a reír- hasta ellos pensaban que las mujeres no eran tu área -reíste más fuerte.

- John se ríe- lo siento, pero es gracioso

- no se rían -rodó los ojos- tú eres mi área -sonrió de lado Sherlock.

- ¿cuándo iremos? -preguntaste ruborizada.

- en la noche o mañana temprano, como quieras -se encogió de hombros- lo que necesito ahora es dormir

- bien, tú descansa -sonreiste.

- ¿no vas a dormir conmigo? Estar en la misma cama con John era raro e incómodo

- ¡así que durmieron juntos! -reíste.

- ¡no! -dijo John- eso no fue así

- claro Johnlock -le guiñaste el ojo.

- ¡¿sabes qué?! Antes hubiera dicho que no soy gay, pero extrañé tus bromas -se acercó dándote un abrazó.

- sí, sí. La extrañaste, pero ella es mía, que no se te olvide John -Sherlock te tomó del brazo para caminar en dirección a la habitación.

- ¿podemos compartirla? -gritó John.

- ¡no! Tú ve por Claudia y no seas cobarde -dijo Sherlock metiendote a la habitación para cerrar la puerta.

- era soldado y maté a personas -gritó John justificando su valentía.

- ¡eras médico militar! -gritó Sherlock abriendo la puerta y sacando la cabeza.

- tuve malos días -respondió.

- ya callate y deja de posponerlo -cerró el detective la puerta fuertemente.

- reíste- ¿en serio no pueden dejar de pelear? Al menos por unas horas

- no sabes cuánto te extrañé -dijo Sherlock llevándote a la cama.

Te recostó sobre ésta y empezó a besarte mientras se ponía arriba tuyo, tú tomaste su abrigo con la intención de quitarlo, pero él recordó que tenía en el bolsillo las sortijas, no podían caerse y mucho menos dejar que las veas

- se separó rápidamente- aunque lo que más quiero es hacerte mía tengo mucho sueño, estoy muy cansado -se maldijo mentalmente por no dejarlas en su maleta.

- lo besaste mordiendo su labio- puedo esperar, tengo paciencia -sonreíste.

Se levantó y se quitó el abrigo dejándolo cuidadosamente en su perchero para luego acostarse a tú lado y después de minutos se durmieron abrazados.