3. Destinos Cruzados

283 36 28
                                    



Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.


—Y el re pelotudo va y me dice "Boludo, es la ultima ve que te dejo tocar la trompeta en la casa de mi hermana" Fue en ese momento cuando...—

La anécdota de Nagumo sobre la vez que conocieron a la selección de Argentina en el FFI fue cortada cuando un celular comenzó a sonar.

—Vamos a ver quien molesta a esta hora...—

Era el teléfono de Suzuno, se levantó de la mesa y se separó de nosotros para atender en calma, nosotros simplemente pausamos la conversación hasta su llegada.

La verdad es que el ambiente no podía ser más ameno, a pesar de estar sentado junto al enano, no podía evitar sentirme pleno al ver a mi madre tan contenta, conversando y socializando como rara vez lo hacía, es lo que me hacia apreciar aun más a Suzuno y Nagumo.

No los conozco de nada, pero si pueden quitarle el peso de la realidad de los hombros a mi madre, mejor que mejor. Además, si ella confía en ellos, yo también lo haré.

A final de cuentas supe que la razón de que mi madre haya faltado a su trabajo hoy, era porque se había enterado de la llegada al pueblo de sus dos viejos amigos y necesitaban cuadrar horarios para poder verse. Y si, mintió diciendo que estaba con vómitos, no entiendo como ella puede decir eso y yo no puedo mentirle diciendo que tengo fiebre para faltar a la escuela... En fin.

—Es bueno ver que ahora ambos se llevan bien—

Comentó Nagumo, dirigiendo sus palabras al chico sentado a mi lado.

—¿Ahora?—

Pregunto con cierta incredulidad Kariya.

—No te hagas el tonto, está claro que este es el "afeminado estúpido" que te dio una paliza el otro día en la cancha—

No sabia si molestarme porque me llamara afeminado, o reírme porque su propio tío reconociera que lo puse en su lugar.

Obtuve la respuesta a mis dudas cuando vi a mi madre reírse en silencio de la situación. Por  lo tanto, lo único que me quedaba era inflar el pecho lleno de soberbia. Más al notar a Kariya molesto y sin ganas de contestar a las declaraciones de su tío.

—Escuché que por culpa de esa pequeña pelea, ahora son compañeros de equipo—

Añadió el pelirrojo.

—¿Quién te contó eso?—

Preguntó Kariya, aún molesto.

—Un pajarito me lo contó...—

Respondió su tío, a lo que Kariya simplemente permaneció con su cara molesta e incrédula.

—Es un agrado saber eso, ahora podrán convivir juntos en la cancha y en el liceo—

Ghetto 0.6 - Inazuma Eleven GOOnde histórias criam vida. Descubra agora