Capítulo 23

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Camila


Siento todo el cuerpo entumecido, tal vez se deba a que he durado mucho tiempo bajo el agua helada. Ni siquiera me preocupa realmente la temperatura de mi cuerpo en estos momentos, sentir todo el frío calando me hacía pensar menos en lo que había hecho hace un par de horas.

Siento como el agua deja de caer y como una toalla es colocada sobre mis hombros cubriéndome lo más que se pueda mientras me instan a caminar fuera del baño, no me sorprende mucho ver a mi mama secándome el cabello con una toalla más pequeña, me observa como si estuviera analizándome tarda un poco en hablar.


—Tus sollozos eran muy fuertes.

¿Estaba llorando?

No me había dado cuenta.

—Necesito que me digas, ¿Qué ha pasado? — Habla nuevamente y me encojo en la cama — Déjame ayudarte hija.


Y como si esas palabras fueran un insulto empiezo a llorar nuevamente, mi cuerpo se sacude y cuando los sollozos se vuelven más fuertes, mama me acuna entre sus brazos y acaricia mi cabello mojado.

No sé cuánto tiempo pasa pero empiezo a sentir mucho frío y lo nota, me ayuda a vestirme y desenreda mi cabello en el proceso.


—Lo he lastimado — es lo único que puedo decir, siento mi garganta seca y duele un poco pero eso no me detiene, sigo hablando — fue la mejor noche que he podido tener... sin embargo lo arruine mama.

— ¿Por qué dices eso mi pequeña?

—Él me dijo que me quería y yo... me bloqueé, él no puede quererme y si lo hace es mentira. Sentir ese tipo de cosas es malo, te dan el poder para destruirte, no deseo ser destruida.

— ¿Camila esto es por lo que paso con tu papa? — Niego varias veces — por favor no me mientas más, me duele ver cómo estás llena de dolor —muerdo mi labio de manera fuerte para evitar llorar otra vez.

—No quiero sufrir como lo hiciste con él... llorabas todas las noches... se te veía infeliz. Se supone que se amaban y él te fallo, no podía dejar que eso me pasara pero...

—Te paso, estas enamorada. Eso es algo muy normal en la vida hija.

—No,no,no,no — digo eso como mantra — estar enamorada es algo muy fuerte y no deseo sentir algo como eso.

—Lucy es la seria, la que oculta sus sentimientos — acaricia mi rostro con mucho amor— pero tu Camila, eres la sentimental, la más amable y la que más teme entregarle su amor a cualquier persona. Se lo que sientes por él, lo puedo ver. Como también puedo notar que te equivocaste.

—Mama... él lo superara. Las desilusiones amorosas siempre existirán.

— Eso es cierto, te olvidara y tú solo serás un mal recuerdo. Se volverá a enamorar y será muy feliz.

Sus palabras me saben amargas, eso es lo que deseaba ¿No?

—Oh Dios... lo detesto, no quiero ser algo de su pasado.

—Lo quieres — dice tan tranquila que por un momento veo reflejos de Lucy en ella — y si no deseas formar parte de su pasado, debes buscar la forma de reparar el dolor que le has causado.

—Es que no puedo... hay algo que me impide seguir.

—Necesitamos hablar sobre lo que pasa con tu papa, porque siento que lo único que te retiene es el mal concepto de sentir algo más profundo hacia una persona.

Un Inesperado Amor Libro 1.5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora