Atracción

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Atracción
tengo un corazón muy grande, ¿quieres ver que tanto? - y me agarraste de la mano y la pusiste sobre uno de tus senos. Me quedé quieto. Casi en estado de shock contigo. Lentamente, mientras pasaba mi asombro, empecé a acariciar con mucho susto el seno que tu me habías ofrecido y luego ya en forma más decidida los dos senos con ambas manos. Eran de buen tamaño y se sentían muy suaves, quizá algo blandos pero muy perfectos. Se alcanzaba a percibir como iba aumentando la turgencia de tus pezones a través de la tela del piyama. Tu me acariciabas elcabello mientras me dejabas jugar con tu cuerpo, luego te ponías muy caliente e intensa, me desabotone la camisa y tu me la quitas. La tiraste al suelo y se irguió altiva exhibiendo sus hermosos senos coronados por unos grandes y duros pezones color miel con piel bronceada. Se notaba que estabas orgullosa de lo que tienes. Te acercas mas poco a poco hasta que estuviste al alcance de mi boca. Me dediqué entonces a besarte toda la boca y disfrutar de ti. Tu mientras tanto sigues acariciando lo que te gusta. Al cabo de un momento te agacha un poco y delicadamente pones tu mano sobre el bulto de mi pene que a estas alturas estaba tan hinchado bajo mi ropa, que ya me producía incomodidad. ¿Quieres que te ayude a relajarte? me pregunté hablando en voz baja y de manera muy sensual mientras me hacía presión en mi miembro. respondí yo sin saber muy bien que me gusta lo que me estabas proponiendo. Tu entonces te sitúas al lado de la silla donde yo estaba sentado, te arrodillas en el piso y me empiezas a desabrochar el cinturón del pantalón. Yo me incorporé y le ayudé a desabrochar y bajar mis pantalones y mi boxer hasta más abajo de las rodillas. Mi pene estaba totalmente erecto . Tu lo miras con cara de perversión, para luego, con toda la calma del mundo, limpiarlo suavemente con un pañito húmedo que no sé de dónde lo sacaste, y luego me agarraste los testículos con una mano y con la otra ya estimulas mi pene, con un ritmo tan lento que se hacía casi que insoportable de lo lento que era. Yo estaba que me moría de la emoción. Quería más velocidad. Pero tu sabías lo que hacías. Fuiste tú quien manejó los tiempos y quien decidiste que hacer y cuando hacerlo. Al cabo de lo que me pareció una eternidad, acercas tu boca a mi pene. Pero solo simulabas que ibas a tragarlo para luego arrepentirte. Solo lo lamía ligeramente por los lados. Deslizas tu lengua desde mis testículos hasta el glande, pero cuando llegaba allí te retiras y me ves algo de deseo. Repites esa maniobra varias veces. ¡Estabas jugando conmigo! Yo exploté de lo que hacías conmigo. Tu haces un rápido gesto con el dedo en tus labios, pidiéndome que sea más callado pero más intenso, pues estábamos en el momentos más bello y eso parece que sirvió. Inmediatamente te lo metiste a la boca, sin miramientos ni rodeos. Empezaste por besar y chupar mi glande, para luego ir aumentando el grado de penetración de mi pene en tu boca. Llegaste a engullirlo totalmente. Lo hacías muy bien. Tu boca era muy suave. Yo sentía la mejor sensación que había tenido en toda mi vida. Llegué rápido. Mucho más rápido de lo que hubiera deseado. Pero es que tu tenías mucha habilidad y yo estaba muy excitado por tu juego previo. Eyaculé totalmente en tu boca. Tu no te retiraste, sino que seguiste chupando hasta tragar toda mi descarga de semen. Después ibas lamiendo mi pene para tragar las últimas gotas que aún me salían. Solo te detienes cuando estabas segura que no me saldría más. Para finalizar tu me ayudaste a vestirme, pero se veía en tus perlas de luz incandescente que vendría el día siguiente y así hasta el momento en el que tu cuerpo no sintiera atracción por mi.

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