Desconocidos

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Desconocidos
Por fin había terminado su rutina diaria y me dirigía a casa a prepararse para estar cómodo. Estaba tranquilo y me tome todo mi tiempo para alistarme. Y llegaste a mi casa, con tu perfume que me intriga saber que harás después. Recogiste su cabello de manera sutil, pero en el fondo sabía que sólo buscabas entrar en comodidad. Empezaste a despojarse de aquellas vestiduras llenas de olivo y que mostraba en la tela el precioso monumento que se estaba escondiendo. En mi cabeza, la noche ya había iniciado, mis fantasías se habían liberado y su cuerpo ya se encontraba sin nada listo para que pueda explorar su hermoso esplendor.  Había llegado la hora y comenzaste a besarme con esas mariposas que jugaban con mi boca mientras la saliva se regaba en nuestras lenguas para digerir el sabor de tu interior. Yo, por el contrario, sigo averiguando que más placeres puede tener lo misterioso de tu cuerpo. En el silencio de la noche, seguiamos besándonos con mucha pasión y que el momento siga fluyendo entre nosotros. Después de eso la conexión entre tus montañas perfectas y delineadas y tu boca se veía muy hermosa con la tentación de besarla entera y seguir bajando para encontrar el gozo infinito. Mis manos se volvian más curiosas y llegaron hacia tus dos montañas y me agarraba a ellas sabiendo que a medida que escalaba veía sus bellos picos. Llegué a la cima y se veía un paisaje en el cual me quiero quedar para siempre contemplando la oscuridad que se encuentra en el final del camino. Respondí con un gesto que jamas quisiera olvidar, ese gesto donde mis boca succiono de ambos picos de esas fuentes que derramaban un agua cristalina que no quiero dejar de beber. Continuó bebiendo del contenido de tus picos y mi boca disfruta de tus hermosos senos que son la gloria divina definido como el segundo manjar de tu oscura belleza. Luego de suspirar tus bellas montañas, sigo bajando y con mi lengua voy marcando los lugares que deso visitar. Me estanque en un hueco muy profundo que parecía arena movediza pero dentro de el estaba un exquisito fruto que me hacía esperar con lo que me queda por recorrer.  Pronto veía como queda poco para llegar al manjar que más deseaba por recorrer y seguir disfrutando. Tus muslos se veian muy apetitosos y con un brillo muy característico que hacia que tu cuerpo se viera muy luminoso en la tempestad de la noche. Y llegué, a las puertas trasera de tu majestuoso monumento, que me llevaba a que esto nunca se acabará. A partir de este momento sabía cuál era el siguiente paso y se que en tu interior faltaba un momento de relajación y se escuchen cosas hermosas. Mi miembro se encontraba firme y listo para transmitir a traves de tus abismos inferiores aquella energía que necesitabas para seguir viva con un deseo de probar lo prohibido. Aquí introduzco mi miembro y se oyen tus gritos sonoros pero angélicales y rebota el sonido en la habitación formando un eco que se hacia más fuerte con la entrada y salida de mi miembro. Como saboreo este momento en el que nuestras almas se unen por medio de una energía que se convierte en un instante tan perfecto. Seguiamos haciendo el mismo paso varias veces y tu no querías que pararas y sentía que llegábamos a un paraíso donde disfrutamos y no había limitaciones de seguir amándonos. Pero no querías que terminara, deseabas probar lo que escondía mi miembro y lo comenzaste a lamer. Tu cara lo decía todo, gozabas con cada entrada de mi miembro en tu hermosa boca llena de saliva ,sudor y de ese liquido que te gusta demasiado y saboreas cada litro de el hasta llegar a una excitación que va creciendo con el paso de esta noche que seguirá siendo eterna.

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