Capítulo 8

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[]Inesperado[]

Megan abrió los ojos mientras soltaba pequeños quejidos en voz baja. Sintió pequeños piquetes en su zona baja.

一Ouch 一Soltó un quejido de dolor. Sentía como si la pincharan con una aguja.

Su vista estaba en un techo blanco, la iluminación del lugar lastimo un poco sus ojos, pero estos se acostumbraron rápidamente. Megan se sentía cansada.

Una voz salió de entre sus piernas.

一Ya se despertó, señorita 一Dijo la doctora, mientras continuaba haciendo su trabajo一. No se preocupe, ya casi termino. Solo un par de puntadas más y estará todo terminando 一agregó mientras seguía cosiendo, «al parece la anestesia ya perdió efecto si le duele», pensó.

Después de una par de minutos, por fin dio la última puntada, terminando con el infierno de Megan.

La doctora quitó todo el equipó que había usado para tratar a Megan y se quitó los guantes de látex, los cuales fueron directamente a la basura, para después explicarle pacientemente a Megan lo que pasó.

一Bueno, el parto se complico un poco, no había dilatado lo suficiente como para que la cabeza del bebé cupiera, así que tuvimos que hacerle una episiotomía. Debido al procedimiento tuve que cerrar la incisión, pero no esperaba que la anestesia perdiera efecto pronto.

"¿Una episiotomía? " pensó Megan.

La doctora pudo ver su confusión así que le explicó.

一"Una episiotomía" Es un corte en el perineo; entre la abertura vaginal y el ano, fue necesario para que la cabeza del bebé cupiera.

Megan asintió a lo que dijo, comprendiendo mejor el porque la estaba cosiendo, pero no pudo evitar estremecerse al imaginar el corte, porque lo más seguro fue profundo. El infierno qué vivió en la pintadas se lo dijeron, lo bueno fue que cuando se lo hicieron estaba ocupada en el dolor del parto.

Tiempo después de que la doctora se fuera, una enfermera entró junto con... Su hijo

Megan no sabe cómo supo, pero sabía que era un niño.

Megan tragó saliva ante el pensamiento. Se sentía tan extraño, pero tan... Natural.

La enfermera llegó a su lado y le acercó a un bebé. Su bebé.

Lo tomó entre sus brazos sintiendo un sentimiento extraño en ella, aunque también se sentía algo culpable, seguía pensando que ella no es la que debería estar aquí, acarició suavemente la carita del bebé. Nunca había visto nada tan hermoso. No podía dejar de mirarlo.

Y entonces un sentimiento de egoísmo nació en ella.

Solo un poco más, rogó.

Quiero estar aquí con él, pensó.

Quiero verlo crecer, deseó.

¿Ella lo había dado a luz?, el dolor que antes había sentido y que ahora sentía le decían que sí, ella lo había traído al mundo.

Su hijo soltó un par de ruiditos mientras comenzaba a llorar, asustando un poco a la madre primeriza. La enfermera al ver esto, soltó una pequeña risa.

一No se asuste. Tal vez tiene hambre, alimentelo 一 aconsejó mientras la ayudaba a acomodar al pequeño en una poción cómoda, para que Megan le pudiera dar de su leche materna.

Megan ofreció el pecho al bebé, tratando de que su boca reaccionará, el bebé reaccionó de forma natural y comenzó a succionar el pezon, la leche materna pronto llegó a su boca.

Megan no pudo evitar observar al pequeño con fascinación, era tan inocente, tan frágil, tan... Inesperado.

Inesperado para ella.

Nunca pensó ser madre.

Nunca pensó terminar en este mundo. En un mundo que podría ser suyo, pero que no le pertenecía.

Nunca pensó que terminaría viviendo una realidad donde ella estuviera casada y con un hijo en sus brazos.

Podría decir que era un sueño, pero todo se sentía tan real.

El cuerpo cálido de su hijo se lo dijo.

«Esto es real, yo soy real».

Y juró proteger a este pequeño de todo mal.

Si alguien alguna vez le preguntara, ¿Haz hecho algo bien en esta vida? Sin duda respondería que su hijo.

Al parecer el lado materno de Megan había despertado.

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🌼一Historia Corta.

Un Futuro Previo © [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora