Eres mia (#6 Mc de Demons Kings)

CAPÍTULO 1

EDITADO

Eros

Estamos en el bar todos reunidos para recibir y dar la bienvenida a nuevos prospectos. Santiago me había comentado sobre su familia y el conflicto que tenían con la madre de Lorena y con ella.

Le prometí que la "protegería", pero no estoy para hacer una jodida niñera.

¿Me acerco o no?

La observo cada segundo, ese vestido floreado que tiene me hace ganas de llevarla arriba. Joder, me pongo de pie porque mis bolas me están matando, bebo mi whisky mientras miro a la mujer que me haca sacar de casillas y me acerco para hablarle, pero un hombre furioso se acerca a ella, toma de su muñeca.

Es Valían haciendo drama como siempre.

— Déjame en paz — grita Lorena furiosa

— ¿Qué haces aquí? — pregunta alzando su voz, y la mano Valían, hijo mayor de Santiago. Llego hasta donde está.

Es hora de intervenir. Nadie en mi club pega a una mujer, está prohibido.

— ¿Que está pasando aquí? — cuestiono con una voz de autoridad. Valían me mira asustado y furioso a la vez, mira a su hermanastra.

— Está puta no tiene que estar aquí — gruñe entre dientes.

— Está puta como dices tiene derecho a estar aquí es parte del club igual que tú padre, es hija de mi mano derecha y prospecto así que es mi protegida ¿Queda claro? — hablo con tono frío, el hombre asiente y se dirige con los otros prospectos. La chica me mira furiosa.

— Yo puedo resolver mis asuntos, no hace falta que me defiendas — dice saliendo del bar e irse a las habitaciones.

Mujeres, no las entiendo. Por lo menos debería de agradecer que le salvé de un golpe en el rostro.

Mi hermano Jared se acerca con dos botellas de cerveza en la mano, me ofrece una y con gusto acepto.

— Joder hermano ¿quién es esa preciosura que se fue furiosa? — pregunta con curiosidad

— Es hija de Santiago — respondo ocultando mis celos.

— Está para comerse — admite y gruño.

— Ella es mía— gruño de nuevo.

Parezco un perro.

— ¿La estás reclamando sin conocerla? — pregunta asombrado por mi reacción.

— Así es — acepto mientras bebo de la botella sin filtro, dejo en la mesa, no miro a Jared, pero si comenzamos a hablar de cosas triviales.

Minutos más tarde...

— Prez — grita un prospecto viniendo corriendo hacia nosotros, se pone nervioso al llegar.

— Habla — ordeno rodando los ojos

— Los ángeles Kings están aquí — avisa.

Porque siempre interrumpen mi felicidad.

Furioso me voy hasta la salida, bufo al encontrarme con Jessia Duncan frente a mi Club.

— ¿Qué mierda haces aquí? — pregunto enojado por la presencia de esta mujer que nos causará problemas con Hanbal.

— Quiero ver a Mi hombre — contesta yéndose hacia Makov y le da un beso en los labios, me rasco la nuca.

— Sal de aquí, Jessia. Hay reglas en el Club y lo sabes, tengo la orden de tu padre en no dejarte entrar al club, tengo suficientes problemas para que vengas y fastidies mi fiesta — gruño furioso y tomándola del codo, ella se queja de dolor.

— Prez... — interrumpo el discurso de Makov

— Sabes las reglas, ustedes siempre me meten en problemas con su padre y no voy a hacer más su cómplice, si quieres ver a Jessia tienes que hablar con Hanbal — hablo decidido.

Trato de ser un buen presidente para el Club, trato de seguir las normas o reglas que pusieron también trato de que se cumpla el pacto de los tres clubes, pero los temas amorosos lo complican.

Trisha y Miles son aparte, en cambio, Jessia y Makov es diferente, ellos son de otro club, esa relación está prohibida.

Ser presidente del Club Demons Kings es difícil porque siempre habrá problemas al que tengo que enfrentar.

Lorena

No conozco a ninguno de mis hermanos, pero hoy conocí a Valían. Llevo un día aquí y creo que es hora de volver a casa con mi madre y tomar un rico chocolate caliente.

Suspiro frustrada porque sé que me tengo que disculpar con el jefe de mi padre.

Hago toda mi maleta, escucho que alguien toca la puerta de la habitación y miro que está frente mío mi "hermano".

Él no dice nada, pero observa la maleta que está toda preparada.

— No te vayas, me sorprendí que mi padre te mandara aquí en este horrible lugar. Jodida mierda, no pudo ser capaz de mostrarte a nuestros hermanos que hijo de puta — comenta y me confundo ante su confesión.

Presiento que esto de las disculpas es actuado, pero igual trato de ser compresiva con él.