Eres mia (#6 Mc de Demons Kings)

CAPITULO 11

EDITADO

Lorena

— Que quie... — me sacan mi teléfono y tiran por la pared, abro mis ojos como plato, miro con furia.

— Era mi teléfono maldito idiota — grito enojada por lo que acaba de hacer.

— No te quejes, yo rompí mi puerta por tu culpa, estamos a mano — dice con burla y después serio.

Maldito bipolar.

— Que maduro — hablo con sarcasmo, salgo de la habitación, Eros me persigue.

— ¿yo inmaduro? Por favor, tu empezaste todo esto en el momento en que robaste mi moto, saliste de la puerta y sobre todo no fuiste capaz de decirnos que planeabas — manifiesta con la poca paciencia que tiene mientras pone sus dedos en su nariz.

— Acabas de romper mi teléfono, tenía una llamada importante maldito engendro — gruño enojada.

— ¿Qué llamada? —pregunta interesado, pienso un largo rato y suspiro, pongo mi rostro serio.

No puedo decirle de Josh.

— Tengo una cita — miento con descaro.

— No irás — dice entre dientes, se acerca a mí y doy un paso atrás hasta que me acorrala en la pared, me mira intensamente, baja su vista hasta mis labios sin darme cuenta nuestros labios se juntan, nos damos un beso intenso, nos separamos y trago saliva, bajo mi mirada por lo sonrojada que debo estar ahora mismo.

— No iras a esa maldita cita, te quedarás aquí, haremos el puto plan y buscaremos a tu madre. Quiero las llaves de mi motocicleta ahora mismo —ruge enojado.

¿Qué le importa a este lo que yo haga?

— ¿Por qué te haría caso? No eres mi padre ni madre — hablo con superioridad.

— Porque sufrirás las consecuencias — me amenaza mientras susurra en mi oído.

— ¿Me estas amenazando? — cuestiono

— Si — admite con tranquilidad.

— ¿Qué quieres de mí? ¿Por qué quieres ayudarme? No me conoces a mí ni yo a ti — interrogo con curiosidad.

— Porque desde que cruzaste esa maldita puerta de mi club, eres mía, serás mía — acota.

— No soy de nadie, Eros —hablo indignada.

— Claro que sí, cariño. A partir de hoy, serás mi vieja dama, serás mi novia, respetarás mis putas reglas —dice y me aparto furiosa.

— No haré ninguna mierda de lo que dices, si tengo que irme de aquí, lo hare de nuevo. Lo de la cita era una estúpida y maldita broma, fui a la casa de un amigo de la infancia llamado Josh, pero no lo encontré, la llamada que recibí era del tipo que le secuestró jodido imbécil, quería acordar para encontrarnos, pero tú lo arruinaste todo —hablo furiosa mientras aprietos jodidos huevos con mis manos.

— Si quieres que sea tu jodida vieja dama, tendrás que respetarme, tendrás que conquistarme, pensaste que tendría miedo, te equivocas. Las Dorsell nunca tienen miedo de nada — continuo, saca mi mano y me doy la vuelta, camino con superioridad hasta mi habitación, cierro la puerta.

Ningún hombre va a detenerme, nadie me detendrá para buscar lo que quiero lograr en estos momentos.

Eros

Esa chica me vuelve loco. Mis huevos me duelen un montón, joder. Escucho pasos que vienen hacia mí y maldigo mentalmente.

— Prez ¿estas bien? – pregunta preocupada, levanto mi vista y me encuentro con mi prima Levka

— Ayúdame a levantarme con cuidado — hablo entre entrecortando las palabras, ella me ayuda.

— Gracias – agradezco y asiente, se retira del lugar. Mi mandíbula se aprieta por lo furioso que estoy en estos momentos, pero enseguida se desvanece al encontrarme con mi madre.

— Hijo quiero hablar contigo – dice con tono frío y le observo confundido.

— Vamos a la oficina – continúa. Llegamos a la oficina y entramos, ella se sienta.

Ayer nos visitó un hombre en la casa, el presidente de Satans Kings — confiesa mamá. Se queda callada por unos segundos.

— Es peligroso según me conto tu padre – avisa y trago saliva

— Así es mamá, tenemos problemas con ellos. La madre de la visitante está desaparecida y queremos buscarla — explico y ella asiente, se levanta

— Quiero que protejas a esa chica – ordena

— Lo estoy haciendo madre – afirmo y asiente, se levanta de la silla y sale de la oficina en silencio.

Minutos más tarde...

Pienso en los problemas que están ocurriendo hasta que escucho que tocan la puerta.

— Adelante – grito. Levanto mi vista y observo a Jared frente mío

— Encontré donde está la madre de Lorena – informa.

Al fin, una nueva noticia.