Capítulo 30

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[Narradora]

Canadá sonrió enternecido y Japón victorioso. Ver qué hace solo unas 2 horas, Usa y Ucrania no se llevaban; como el agua y el aceite, y ahora estaban sentados comiendo en compañía del otro, sin peleas, sin comentarios de doble sentido. Sin miramientos u amenazas.

Solo eran cuñado y ¿cuñado?

Conviviendo de lo más normal, y para ser honestos. Eso era algo que alegraba a todos los presentes, pero más a Rusia. Ver que su pequeño hermano, aceptaba una «tregua» o «paz», con su novio. Era algo conmovedor y gratificante.

Pero eh aquí el futuro dilema; Aún faltaban sus demás hermanos.

¿Cómo reaccionarian los demás hermanos de Rusia? ¿Tendrán que superar más obstáculos, para poder estar juntos?

Las preguntas no paraban de aparecer en la mente del eslavo, y para ser sinceros en la de Usa también.

Pero si de algo estaban seguros, era de que no importa los obstáculos que le lanze el destino. Ellos podrían con todo, porque el creciente amor que empezaba a florecer entre ellos, era lo suficientemente fuerte para enfrentarse con cualquier problema que intente separarlos.

Y si Usa pudo con el Obstáculo número uno «Ucrania». Rusia y Usa podrían con los demás, juntos podrían con cualquiera o cualquier amenaza que intente resquebrajar su relación.

Eso era algo que nadie podría negar, porque aquellos dos enamorados. Habían pasado por mucho y soportado tanto, para que por fin el destino y la alegría, les comenzara a sonreír.

Ello merecían su final feliz.

Cueste lo que cueste.

(...)

Pasos resonantes y con precisión, resonaban en aquella "modesta" casa. Un hombre vestido extravagantemente, entraba al lugar. Con un aura molesta y acalorada. Su ceño fruncido, no era una buena señal; Aquel país estaba realmente molesto.

Aquella casa, era de U.K.

Él dueño del recinto, Padre de Usa. Y aquel que hace 1 hora con 20 minutos, tuvo una conversación con Onu, que no esperaba. No la esperaba para nada, tampoco esperaba que aquella organización lo amenazara.

Sentado en su sillón de cuero negro, con su té reposando en su mesita de cristal. Aún recordaba las contundentes palabras de Onu.

«Tu llegada aquí no es grata U.k, espero que no vengas con tus estupideces y arrastres a los tuyos en esas ideas "sugestivas" y con poco valor. Tengo oídos y ojos por todo el lugar, se que quieres usar a Estados Unidos en tus planes. Pero de una ves te digo, que si me llego a enterar que intentas algo contra tus propios hijos. Yo me asegurare de excluirte de todo, me asegurare de que vivas un infierno y sobre todo me asegurare de que "él" te vigile las 24 horas al día. Así que para evitar tu propia destrucción, te sugiero que te mantengas al margen de cualquier actividad que incluya a tus hijos o si es posible que le largues de una buena ves. Espero que comprendas porque protejo a Usa, y así te dejes de planes estúpidos. Por una vez en tu vida, deja de usar a los que te rodean y vela por su bienestar.»

Palabras dichas con un tono de autoridad, que lo emudecieron. Sin poder replicar en su momento, sólo vio como Onu se marchaba y lo dejaba pensativo.

-Como se atreve.. -Comentó para si mismo, mientras cogia su tácita de té y se la llevaba a sus labios. -Como si tuviera autoridad sobre mi, menudo fiasco de organización.

Pero en ése momento, entró en su sala un imponente país. Eso no era buena señal.

-¡¿Qué fue lo primero que te dije que no hicieras?! -Gritó mientras lo cogia el cuello de su camisa. -¡¿Qué fue lo que te dije Gilipollas?!

¡¡¡EL AMOR APESTA!!  (Rusame) ~Where stories live. Discover now