F i v e

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Subimos a su habitación— Linda habitación. —Opine. En realidad tenía una hermosa habitación, no era muy colorida, era un azul casi opaco, similar al de mi cuarto, lo que más resaltaban era las miles de fotos que habían en la pared; Fotos de papá, el tío Richard, el tío Chris y el tío Zab. También paisajes, flores, instrumentos y algunas personas.

—¿Tu tomaste estas fotos, Erick? —Le pregunte acercándose más,  eran muy hermosas— Parecen sacadas de Tumblr. —Pensé en voz alta.

—¿Sacadas de donde? —Cuestiono tío Richard. Me giré a verlo. Me quise golpear en ese momento, olvidé por completo que estoy veinte años en el pasado.

—No me hagas caso. ¿Tú las tomaste, Er? —Volvi a preguntar.

El asintio y se acerco a mi, tocando las foto de un paisaje de miles de estrellas con la yema de sus dedos— Quisiera se un fotógrafo algún día. Pero bah, es un sueño estupido. —se alejó de mi.

—Eso es muy diferente a ser agente de bienes raíces. —Murmure para mi mismo. Si papá quería ser fotógrafo, ¿Por qué trabaja para Shiara Miller en una agencia de bienes raíces?, Aparte, ¿Por qué ve su sueño como algo estupido?, ¿Que acaso al final si renuncio a el?— Er, escúchame. —Él se volteo y me miro— Tu sueño no es nada estupido, ¡Es increíble! —Me miro sorprendido— Prometeme algo. —Lo tome por los hombros.

—¿Qué?

—Prometeme que jamás, jamás, en tu vida, no importa lo que pase, renunciaras a este sueño o lo verás como algo estupido por que créeme, lo lamentaras si lo haces. —Él me miró com los ojos abiertos, yo apreté los labios— Vamos, prometelo.

—¿Esta bien? —Lo senti dudoso.

—¡Prometelo bien! —Vocifere, sentí por un momento que lo asusté.

—¡Ok!, lo prometo. —Respondió, yo me sentí orgulloso.

—Eso. —Le sonrei y lo solté.

—Bien, ¿Y qué hacemos ahora? —Pregunto el tío Richard.

—¡Hablemos! —Sugeri, sentándose de inmediato en el piso.

—Eso solo lo hacen las chicas. —Opino papá, viéndome desde la cama.

—Solo es para conocernos mejor. —Le sonrei.

—Me gusta la idea. —Apoyo Richard y se sentó a mi lado. Papá rodo los ojos y se sentó también, viéndonos a ambos.

—¿Y bien?, ¿Quien les gusta? —Pregunte, juntando mis manos y poniéndolas en mi barbilla.

—Sabia que esto iba a ser un juego pendejo de chicas. —Renego papá apuntó de levantarse, pero antes de que lo hiciera Richard lo tomó del brazo.

—Yocelyn Alexander. —Solto sin rodeos el tío Richard, papá rodo los ojos.

—Es una oxigenada como Joel. —Escupio papá, mirando hacia otro lado.

—Ella no es así, la otra vez estuvimos juntos en clase de gimnasia y fue muy amable conmigo. —Sonrio como bobo enamorado.

—Solo te hablo por que le tocaste como equipo. —Papá se río en su cara.

—Ella me eligió. —Presumio, sonriendo orgulloso.

—Prefecto, cuando estén en gimnasia y este subiendo las cuerda trata de estar lo más cerca posible para que cuando se caiga la atrapes. —Le aconseje, recordando la historia que la tía Yocelyn nos contó. Ambos me miraron raro.

–¿Qué? —Preguntaron los dos.

—Solo hazlo. —Le dije, él asintio— ¿Que hay de ti, Er? —Le pregunte a papá, él enarco una ceja.

—Nadie. —fue lo único que dijo.

—¿Que hay de Joel? —Subi y baje mis cejas repetidas veces.

—¿Vas a seguir jodiendo con eso?, Ya te dije que no, es un maldito simio con cerebro de maní, apuesto que no sabrá ni sumar. —Yo lo mire sorprendido, enserio lo odiaba.

—Él es más inteligente de lo que crees, Erick. —No me equivocada, Joel era muy inteligente, al menos eso me decía papá.

—¿Como lo sabes? —Pregunto, frunciendo el ceño.

—Solo lo se, chicos como él esconden su inteligencia para mantenerse al margen de la sociedad, les gusta llamar la atención de manera escandalosa. —Le explique. Por supuesto que conocía a los de su clase, lo que jamás me imaginé fue que mi padre fuera uno de ellos.

—Eso no significa que sea inteligente. —Papá rodo los ojos.

—¿Tú como sabes que es un tonto? —Me cruce de brazos— Tu tampoco eres muy inteligente.

—Si, pero yo no actúo como uno. —Imito mi acto y se acerco a mi cara.

—Exacto, está escondiendo su verdadero él. —Mi padre miro a Richard y rodo los ojos, sabía que yo tenía razón pero no lo admitía, es un Colón jamás hace eso— ¿Tienen Coca-cola? —Pregunte cambiando el tema, enserio tengo un problema con la Coca-Cola, lo arreglare después.

—En la nevera, abajo. —Dijo papá.

—Gracias. —Me levante y salí de la habitación, baje las escaleras de dos en dos mientras acomodaba las mangas de mi sudadera, pase por un espejo que yacía en la puerta de la cocina y me refleje en el.

—Si me parezco a papá. —Dije con una sonrisa— Solo que con rizos. —Desordene más mi cabello para que de viera mejor y después segui mi camino. Localice dentro del aparato una lata y la tome para luego cerrar la nevera.

A mis fosas nasales llegó un olor extraño, a humo. Venia de afuera, mire a través de la pequeña ventana y... la vi.

Era la abuela, fumaba un cigarrillo. Ella falleció por esto. Senti varias lágrimas en mis ojos, dejé la lata en la mesa y me acerqué a ella.

—¿Puedo acompañarla? —Pregunte parandome justo a su lado.

—Jefferson... —Dijo ella en su asombro. El humo salió de su boca acompañado de la pronunciación de mi nombre.

—Por favor no lo haga. —Tome el valor suficiente para quitarle el cigarro de su mano. Lo tiré al piso y lo aplaste con mi zapato.

—Por favor, no le digas a Erick. —Me pidió viéndome con tristeza.

—No se lo diré si promete que no lo volverá a hacer. —La mire a los ojos. Ella apartó la mirada bajandola al piso, me acerqué y tomé sus manos— ¿Sabe?, Yo no tengo abuela por que el cigarro la mató, murió cuando yo era muy pequeño y casi no la logré conocer. Por favor, no le haga eso a su futuro nieto. —Aprte sus manos y le sonrei. Era obvio que ella no sabía que me refería a ella, quizás no funcione, pero estoy aquí. ¿Por qué no tratar de intentarlo?.

Mi abuela estalló en llanto, no tardó en abrazarme y yo le correspondía de inmediato, rodeandola con mis brazos.

—No lo haré de nuevo, lo prometo. —Sonrei ampliamente. Ella se separó y secó sus lágrimas.

—Gracias, no sabe lo feliz que soy. —Le dije, note como sus ojos empezaban a brillar y a resplandecer, eso me alegro, siempre quise verla así.

—Jeff. —Escuche la voz de papá llamándome.

—Ya voy pa... Erick. —Rescate. La abuela me dio una sonrisa antes de que volviera a entrar, pase por la cocina y llegué a la sala.

—Vamos a la heladería. —Dijo tío Richard.

Chicos por favor no fumen, no dañen su vida tan tontamente :(
Espero les haya gustado mucho:D
Disfruten:D

Nohe-

Deseo // Joerick Where stories live. Discover now