E i g h t e e n

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Papá salió del baño pisando fuerte. Yo pretendi venir llegando, haciéndome el que no sabía nada.

—Jefferson. ¿Cuanto escuchaste? —Me pregunto, frunciendo su frente.

—Lo suficiente para saber que tengo que disimular y no decir nada. —Emboce una sonrisa inocente en mi rostro.

—Eso espero. —Espeto señalándome.

—Hola Joel. —Salude a Joel que venía saliendo del baño.

—Hola Jeff. —Me dio una sonrisa y se acervo a papá por detrás y planto un pequeño beso en su mejilla. Solo esa imagen me alegro el día, me imagino despertar todos los días y encontrarlos así en la cocina, sería un sueño.

—No vemos luego, Er. —Le guiño un ojo. Se coloco sus lentes oscuros y desapareció por el pasillo.

—Oh, no puedo creerlo. —Pronuncie emocionado.

—Callate. —papá rodo los ojos, yo me puse a dar saltitos indetenidamente.

—Tú y él. Awww, ¡Son tan lindo!, Parecen un par de conejitos. —Papá bufo. Yo sentía que perdía mi dignidad actuando como una chica, pero, son mis padres, que le voy hacer.

—Perro y gatos queda mejor. —Empezó a caminar por el pasillo.

—¡Er! —Me puse a perseguirlo, él caminaba rápido y el montón de gente cada vez era más grande. Lo perdí por un segundo pero lo encontré al instante, ya que se detuvo en su casillero.

Muchas chicas, o mejor dicho, zorra, se le acercaban mientras lo miraban descaradamente, ¿En dónde está Joel cuando lo necesitan?

Seguro lo vieron anoche, y como convencí a papá de ponerse guapo, hoy creen que es un papirruki o un tarado como les gustan a ellas.

Me acerqué.

—Despenjen el área señoritas, este chico ya tiene dueño. —Mencione, usando mi cuaderno para ahuyentqrlas como si fueran moscas.

—¿Ah, si?, ¿Y quien es?, si se puede saber. —Pregunto una de ellas colando una mano en su cintura, la más puta a mi parecer, cabello rojo, piel blanca y ojos azules, con un escote muy llamativo y una faldita en la que se podía ver la mitad de su trasero, ni hablar de su voz.

—Joel Pimentel. —Gruñi. Ella abrió su boca en grande, hasta pensé que se le iba a caer el chicle que estaba mascando, miro a papá quien rodo los ojos pero no dijo nada, todas ellas se fueron.

—¿Por que les dijiste eso? —Pregunto papá con una mirada fría.

—Quería ahuyentarlas.

—¿Y si quería salir con una de ellas? —Pregunto, yo reí.

—Oh, vamos, todas eran zorras baratas, aparte tu solo quieres a Joel. —Él cerró su casillero con fuerza y se recostó en su casillero para deslizarse hasta el piso.

—¿Tan obvio es? —Pregunto casi en un susurro. Yo celebré por dentro.

—Así es. —Asenti con emoción, el intento taparse con su capucha ya que un sonrojo se formó en su rostro.

—El maldito me hace sentir raro. —Balbuceo, yo hice un gesto de asombro y me senté junto a él.

—¿Es en serio? —Le pregunté, a él le costo un poco pero asintio.

—Es increíble como se siente cuando esta cerca. —Echo su cabeza hacia y la pego al casillero, sonriendo como bobo, pero enseguida la quito y lo cambio por un gesto de enojo— ¡Maldito Pimentel!, ¡Se metió en mi puta cabeza! —Espeto, u una vez más morí y volví a nacer dentro de mi. ¡Mi papá está enamorado de mi padre!.

—¿Iras por él? —Me miro y se levanto del piso, acomodando un poco su ropa.

—Tal vez. —Se cruzo de brazos mirando el piso.

...

Luego de la clase que tenía totalmente solo, es decir, sin papá ni Joel, busqué a papá por los pasillos de la escuela.

Pensé que nos veríamos en la cafetería pero allí no lo encontré, fui a los baños pensando que podía estar con Joel, pero no estaba.

Busque en cada rincón, hasta en el armario del conserje y nada, no estaba.

—¿Donde te metiste papá? —Susurre para mi. De pronto una voz en mi cabeza hablo; "Ve a casa".

—¿Clara? el eco de mi voz resonó en el pasillo vacío, la voz habla de nuevo esta vez más fuerte; "Ve a cada, Jeff. Tu padre te necesita".

No titubee antes de salir corriendo. Corri por las calles como alma que lleva el diablo, podía senti la tristeza de papá,  su corazón roto, pero no sabia por que.

Mis lágrimas empezaron a salir. Y de pronto ocurrió; Empece a quedarme sin energía, empecé a desvanecerme, pero junto a tiempo logré sentarme en una banca. Mis recuerdos se habían ido. No recordaba mi primer día de clases, ni las excursiones, ni me cumpleaños número trece, sabía ocurrido pero la imagen ya no estaba, fue como su lo hubiera inventado todo. Trataba de recordar algo, quería sacarme el cerebro y exprimirlo como una naranja pero no podía. Recorde que tenía una barra de chocolate en mi bolsillo y la tomé,  la abrí sin fuerzas y la llevé a mi boca.

—Oh, si. —Empece a sentir como la energía volvía a mi cuerpo, no era suficiente, pero bastaba para llegar a la casa de la abuela. Ahora, la pregunta que me rodea, ¿Que tiene tan triste a papá?

Tan, tan taaaaan :000000
Perdón si los deje con la duda 😔✊
Mañana si no me da paja actualizo más temprano:D
Espero les haya gustado 😎👌
Bai

Nohe-


Deseo // Joerick Donde viven las historias. Descúbrelo ahora