Poco jodido ➳ Emiliaco

❝ D i e c i o c h o ❞.

Joaquín lo miro atónito y cruzó sus manos sobre el pecho de Emilio, mordió su labio inferior mostrándose nervioso ante aquello, las manos del alfa recorrieron sus costados acariciado su cintura mientras miraba con ansias los labios del omega.

Emilio podía jurar, observarlo tan pequeño y tan inofensivo que su rostro se coloreaba de un bonito rojo sobre sus mejillas, con su diestra tomó el mentón del menor y lo besó, lento pero con hambre, rozando sus dientes entre sus lenguas y tomó el cuello del menor empujándolo contra él.

Los labios del omega le sabían dulce, tenían un sabor exquisito y solo él podía saborear, el regreso a la habitación de hotel fue algo muy fácil, Joaquín realmente estaba sorprendido ante aquella confesión amorosa de Emilio y el alfa estaba listo para ser rechazado y la situación se volviera aún más incómoda y difícil, pero no fue así, Joaquín solo tomó su mano y condujo de él hasta afuera.

Su mano bajo hasta la cintura del omega y lo empujó contra él chocando con los pies de la cama y el colchón. Le sonrió mordiendo su labio inferior y lo empujó levemente haciendo que cayera a la cama. Joaquín lo miro desde su lugar con las mejillas sonrojadas y él, él parecía no poder con esa imagen que le regalaba.

—¿Sabes cuanto me pone que me mires así? —le sonrió bajando hasta su altura y sus manos subieron hasta los botones de la camisa del menor —. Mucho.

Sus dedos empezaron a quitar botón por botón de manera rápida, terminando por romper la camisa y ser lanzada algún lugar de la habitación, dejando a la vista los botones erectos del omega, la sonrisa del alfa en sus labios se ensanchó aún más y pasó su lengua por uno de ellos, haciendo jadear al omega, la imagen tan erótica de Joaquín cerrando los ojos mientras suelta un jadeo, jamás se le esfumaría.

—Mgh~ —jadeó el omega cuando la experta boca de Emilio succionó su tetilla, con su otra mano, entre sus dedos tomó la otra tetilla acariciándola, estimulándola haciendo que levantara levemente su cadera.

Emilio se apartó repentinamente y le lanzó una mirada llena de deseo al omega que lo hizo temblar, el alfa se quitó el saco junto a la camisa lanzándola algún lado de la habitación, dejando que los ojos del omega observaran con exquisitez cada parte de su cuerpo, la manera en que las curvas de sus músculos descendían y ascendían.

—¿Te gusta lo que ves pequeño insolente? —murmuró bajando hasta él y tomó la hebilla de su pantalón quitándolo, bajo hasta sus pies y quitó sus zapatos y sus calcetines para después bajar el pantalón del omega junto a su bóxer, dejando que la piel lechosa del omega se erizara al entrar en contacto con el aire —. Joder, si eres hermoso.

Emilio acarició el hueso de la cadera del omega y besó desde su muslo hasta su vientre, observando de reojo el pene del omega erguido y con gotas preseminales, la mirada perdida del omega y la forma en que se retorcía, Joaquín arqueó su espalda cuando su pene fue tomado por la boca del alfa y este mismo succionó su glande.

—¡Ah~ sí! —gimió removiéndose y la mano del alfa fue hasta su cadera oprimiendo fuerza para seguir en su trabajo —. ¡Mgh~, Emilio!.

Sonrió soltando el pene del omega y con su otra mano lo tomó bombeando, pasó su lengua desde la base hasta el glande y succionó esta parte, repitiéndola varias veces haciéndolo temblar, la manera en que gemía era gloriosa, esa voz aguda gimiendo era música para sus oídos.

Su pene estaba queriendo salir, parecía explotar dentro de su pantalón, observando los gestos tan delicioso del omega, tomando de nuevo con su boca el pene del omega llevándolo todo hacia adentro, sintiendo como el cuerpo del menor colapsa entre sus brazos y se corre dentro de su boca, jadea y traga todo sonriendo cuando se aparta y sube.

Lo observa, está agitado, su pene aún erguido pero satisfecho, sus ojitos semi cerrados, sus manos a los costados y sus mejillas rojas, era simplemente perfecto. Tomó su cinturón y se lo quitó lanzándolo lejos, después su hebilla empezando a querer deshacerse de su pantalón, escuchando como la voz dulce de Joaquín volvía a profanar sus oídos.

—Emilio —jadeó el menor sintiendo su respiración entre cortada y lo observó, el alfa se deshizo de su pantalón y de su ropa interior dejándose tal cual como vino al mundo, observó la mano del alfa bombear su pene y su omega gimió al ver el tamaño —. Y-Yo también siento cositas por ti.

—Ah cariño, deja de ser tan dulce si quieres caminar mañana —murmuró y bajo hasta él robándole un beso y lo miro —. No me importaría ser todo un Romeo contigo si consigo hacerte mi esposo rápido —le guiño el ojo y mordió su labio —. Ahora dame espacio entre tus lindas piernas.

Joaquín con las mejillas sonrojadas, asintió dejándose hacer, como un pequeño muñequito, el alfa de Emilio estaba aullando de felicidad al escuchar aquello y no podía estar más que feliz, tomó las caderas del omega posesivamente y giró de él poniéndolo en cuatro.

  —Abre tus piernas y deja que la mitad de tu cuerpo caiga sobre la cama mientras te apoyas en tus brazos —le ordeno, Joaquín lo hizo y él pudo apreciar su entrada rosada y palpitante esperando por su pene, tomó unas almohadas y las colocó debajo del vientre del omega para tener más facilidad.

Bombeo con una mano su pene mientras que con la otra dirigió sus dedos hacia la entrada del omega, tanteo uno haciendo jadear al menor y lo introdujo, Joaquín gimió al sentir dos dedos dentro de él y empujó sus caderas hacia atrás, buscando más.

Emilio sonrió e introdujo un tercer dedo mirando como el cuerpo del omega temblaba bajo su agarre, con ambas manos tomó la cadera de Joaquín y alineó su pene en la entrada del menor, estrujó con sus manos las nalgas lechosas del omega y se empujó con suavidad entrando lento pero fondo.

—Oh... —jadeó el menor enterrando su cabeza en una almohada y la mordió al sentir como el pene de su alfa entraba poco a poco hasta el fondo —. Ah, sí, Dios si.

Emilio sonrió dejando ir una nalgada en el culo del menor y se empujó entrando hasta el fondo, moviendo sus caderas cuando su pene estuvo dentro,haciendo temblar al menor. Los movimientos en su cadera no se hicieron esperar, salió por completo para volver a entrar de golpe haciéndolo gritar su nombre.

El nombre del alfa salía a gritos de los labios del omega, mientras este movía sus caderas erráticamente, entrando y saliendo, amando la forma en que las paredes anales de Joaquín lo recibían, tan caliente y tan estrecho, los gestos que él menor hacía eran una obra de arte mientras sus cuerpos aperlados se hacían uno.

Los mechones de su cabello se empezaban a pegar en su frente y tomó los brazos del omega alzándolo, la espalda del omega chocó con su pecho mientras su cadera aún seguía moviéndose y entrando sin piedad alguna en Joaquín, la cama rechinaba junto a los resortes, las sábanas hechas un desastre mientras sus cuerpos se funcionaban en uno, gimiendo el nombre del otro.

—Quiero que me montes —gimió el mayor en el oído del omega, mordió el débil cartílago del omega y succionó su lóbulo para salir de él y acomodarse en la cama —. Vas a saltar para mi, conejito.

Joaquín asintió subiendo sobre él y alineó el pene del mayor en su entrada, las manos del alfa tomaron su cadera y la empujaron hacia abajo para que su pene tocara la próstata del omega haciéndolo gemir y virar los ojos, con ayuda de las manos del alfa su cadera se empezó a mover de arriba hacia abajo de una forma rápida y muy buena.

Emilio tiro la cabeza hacia atrás jadeando los la estrechez que lo abrazaba, Joaquín gemía su nombre  y se pegó a su cuerpo, abrazándolo mientras era brutalmente penetrado, el cuerpo del omega colapsó corriéndose entre ambos haciendo que sus paredes apretaran el pene del alfa, Emilio gimió tomando el mentón del omega y lo empujó contra él para besarlo embistiendo más rápido, gruñó contra la boca del omega cuando se corrió y el nudo se empezó a formar dentro del omega.

o-o-o

¿Alguien despierto a esta hora?.

Lo iba a subir ayer pero se me olvidó xd

2/2

Se me cuidan el de atrás puerks 💜 y no salgan de sus casitas.

Adiós babys 💜✊🏻