La sorpresa

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Alba, María y Sabela estaban sentadas en el suelo del comedor, rodeadas de cajas mientras intentaban decidir con que muebles de cada una se iban a quedar para su nueva casa. 

-¡Pero mi sofá es mucho más cómodo! - exclamó Alba después de que Sabela le dijera que no por septuagésima vez. 

- Vale, Alba. Te entiendo, pero es que...

- La apariencia del comedor, sí, lo sé - puso los ojos en blanco - Son paredes blancas y el suelo es de madera. Tampoco es tan descabellado tener un sofá, grande, cómodo y de color azul marino. 

- ¿María? - preguntó Sabela frustrada tras girar hacia ella para saber su opinión. 

Los ojos de María se abrieron un poco, y levantó ambos brazos en señal de paz. 

- ¡Haced lo que queráis! No me arrastréis a mi a esto, yo lo único que quiero es nuestra nevera, es la que mejor enfría las cosas.

Alba puso los ojos en blanco. 

Previsible. 

- Pero tu también vas a vivir aquí - suspiró Sabela.

María se encogió de hombros. 

- No sé..., a ver, el nuestro está lleno de muelles y el de Alba es muy cómodo. 

- ¿Qué significa eso? - la gallega frunció el entrecejo, resoplando al ver que su amiga ya había elegido bando. 

- Decidido, ahora lo más importante... - dijo Alba - La televisión, ¿de quién?

- Obviamente la nuestra - dijo María. 

Alba entrecerró los ojos, pero asintió. 

- Sí, es la más grande. ¿Entonces puedo quedarme con la mía para mi habitación?

- Claro - las otras dos respondieron al mismo tiempo. 

- Vale, entonces el sofá de Alba, mi televisor, el escritorio de Sabela, la mesa de café de Alba, nuestra nevera, el microondas, la lavadora y secadora de nuestro piso, ¿es todo lo que vamos a compartir? - apuntó María en la lista del móvil. 

Sabela se detuvo pensativa un momento. 

- Yo diría que sí. 

- Creo que deberíamos compartir el camión de la mudanza con todo lo que vayamos a traer entre las tres, eso nos ahorraría dinero, ¿no? - sugirió la rubia más bajita. 

- Sí, mantecón, Reche.

El móvil de Alba empezó a vibrar en su bolsillo. Lo miró y vio el nombre de Natalia iluminado en la pantalla. Se apartó un poco de las otras dos para que no vieran quién era. 

Natalia.L: Hola guapa, ¿estás ocupada esta tarde?

Alba suspiró y frunció el ceño antes de responder. 

Ya vamos. 

Alba.Reche: Estoy arreglando unas cosas de la casa con la Mari y Sab, así que...

Natalia.L: ¿Y eso, qué significa?

Alba.Reche: Significa que sí, estoy ocupada. 

Natalia.L: BUUU

Iba a preguntarte si querías venirte a mi casa...

Alba.Reche: ¿En serio? 

Pensaba que me ibas a invitar a cenar y al cine a ver una película

Una fina líneaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora