Epílogo

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Naruto subió con cuidado las escaleras, intentando no derramar ni una sola gota de la malteada de cacahuate que llevaba para su mami, tenía ahora siete años y pronto se convertiría en el hermano mayor, así qué su padre y él estaban dando todo de ellos para consentir a Iruka.

Eran las siete de la mañana y en cuanto Iruka abrió los ojos se sobo el abultado estómago, su bebé exigía un licuado de crema de cacahuate y aunque intento no despertar a su durmiente marido al final no pudo conseguirlo y ahora esperaba aquella bebida que tanto deseaba. Escucho pequeños pasos y sonrió porqué ya sabía que aunque Kakashi elaboró el preciado antojo era al final Naruto el encargado de llevarlo. Así era la rutina para compartir la atención.

Naruto le mostró su brillante sonrisa y le acercó la bebida. —Ma,¿En serio a mi hermana se le antojó está cosa?

Iruka sonrió y le dio un gran sorbo a su bebida, el olor le hizo gemir bajito, amaba esos antojos, excepto cuando se le antojaba masticar hielo. Le dolían los dientes

Naruto por otro lado pego el oído sobre su estómago abultado— hermana, cuando salgas de ahí comeremos ramen— Naruto beso el estómago y se sentó en el espacio vacío de la cama.

—Tu hermana podrá comer ramen hasta los dos años cariño, y quizá sin cerdo— aclaro el castaño con bigotes de espuma. Naruto arrugó la nariz.

—Que mal, a Sasuke tampoco le gustó el ramen— susurro.

—¿Y cómo está Sasuke?

Naruto infló más mejillas y encogió los hombros — enojado por qué estuve jugando con Neji en el recreo ayer,¡Má, él está celoso siempre que tengo nuevos amigos!

—Bueno, es normal, tu eres su único amigo y tendrá miedo de que lo ignores si consigues más amigos, debes hablar con él y aclarar que lo quieres aunque tengas más amigos.

Naruto apretó los labios y asintio —Hoy saldré a jugar con él y se lo diré.

—Decirle que a quién — Kakashi entro a la habitación, con el cabello enmarañado y con una charola de desayuno para tres personas, jugo de naranja, huevos revueltos, leche y fruta.

—Decirle a Sasuke que lo quiero— Naruto soltó de forma natural, acomodándose para tomar el desayuno junto a sus padres.

Kakashi elevó una ceja y luego parpadeó. Frunció los labios celoso.

—¿Cómo es eso?

Iruka se llevó una cucharada de huevo a la boca y miro a su marido, no había prestado nada de atención. ¡Tenía mucha hambre!

—Que Sasuke está celoso de mis amigos y yo le diré que lo quiero igual.

Kakashi se mordió el labio y estiró el brazo para darle en la boca un poco de fruta picada, su mente divagando en las palabra escuchadas, su dulce doncel ¿quería ya tan pronto a alguien?

Gruño sin darse cuenta de que lo hacía.

Iruka elevó una ceja. — no es lo que estás imaginando Hatake.

Naruto miro a sus padres de forma alternada. No estaba entendiendo nada, estiro su pequeño brazo para comer por si solo del plato de fruta.

—¿Puedo ir más tarde con Sasuke y jugar en su casa?

Kakashi pensaba decir que no pero Iruka enseguida accedió. Mantendría a al niño de su amigo en la mira.

Desayunaron y por la tarde Iruka y Kakashi decidieron caminar hasta la casa de la familia Uchiha, el castaño se sentía cansado pero no había querido dejar de hacer ejercicio para facilitar las labores de parto, así qué se empeño en caminar al menos media hora diaria. Dejaron a su pequeño hijo en casa de sus amigos y ellos regresaron casi de forma inmediata a su hogar. Kakashi ayudo a su esposo a sentarse en el sillón especial que le había comprado para mantener su espalda relajada y subió por crema mentolada y poder dar un masaje a los pies hinchados.

Amor Para Ma Iruka Donde viven las historias. Descúbrelo ahora