Extra 3/3

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—Es fea— Naruto frunció la naríz y saco la lengua, un gesto lleno de sincero y puro malestar. Cómo cuando olía el brócoli siendo cocinado por su madre. Miro a su pequeña hermana y fue lo único que pudo salir de su pequeña boca.

Iruka comenzó a reír ligeramente por qué los puntos de la cesárea hacían doler la piel de su vientre. —¿Ahora sí me crees? Cuando preguntabas si cuando naciste eras bonito ¿que fue lo qué dije?

Kakashi también sonrió, miro a Nao envuelta en su pequeña manta rosa con puntitos de colores y tuvo que aceptar que un recién nacido era algo, particular.

—Dijiste que era arrugado y feo— Naruto acaricio la cabeza de su hermana y la beso — pero huele muy bien— suspiró tras dar una fuerte inhalación.

—¿Ma, yo olía así de bien?

Iruka se limpio las lágrimas. El no había olido a Naruto al nacer, pero recuerda qué su niño olía a talco cuando Kushina lo puso en sus brazos.

—Olias maravilloso.

—¡Nao hueles a mamá!

Kakashi cargo a Naruto y lo colocó aun lado de Iruka, luego le entregó a su hermana y se acomodo en la cama.

Hoy dormiremos todos aquí. Necesitamos oler a mamá.

—¡Hurra!— celebró el rubio.

—Pero antes de eso debemos darle las gracias a los Uchiha, déjemos que conozcan a Nao.

Mikoto cargo en sus brazos a la pequeña niña y alabo su belleza. Fugaku y Itachi felicitaron al nuevo papá.

Sasuke también observó a Nao, luego miro la blondo— es fea pero se pondrá igual de bonita que tú.

Las mejillas y orejas del niño rubio se pintaron de rojo.

Los Uchiha se despidieron y dejaron a la familia para que descansará.

Iruka beso la mano de su esposo y le susurro un "gracias".

Kakashi entendió en su gesto y en sus palabras que ese gracias, era por llegar a su vida, por amar a Naruto y por darle una familia tan bonita como la que tenían ahora.

Kakashi le acomodo el cabello y le susurro un "te amo"

Naruto apretó más entre sus brazos a su hermana y se quedó dormido con la nariz enterrada entre los cabellos de la pequeña.

Un mes después.

—¡Ma, Nao ya se hizo popo otra vez! —Naruto paso corriendo por todo el pasillo con la manito cubriendo su nariz.

Iruka abrió los ojos y suspiró, Kakashi se estaba preparando para ir a trabajar y la Nana que le ayudaba con los niños aún no llegaba, por lo que cambiar el pañal le tocaba a él. No sé quejaba, de echo era algo que prefería hacer él, pero la noche anterior Nao había decidido que era divertido dormir por las mañanas y tener los ojos bien abiertos en la noche. Por lo que el castaño estaba agotado. Kakashi se había ofrecido a cuidar a la pequeña pero con tanto trabajo había quedado dormido luego de dos horas. Naruto también se había ofrecido a cuidarla como hermano mayor e incluso se había metido con ella en la cuna pero Nao no dejaba de patalear por lo que el pequeño blondo decidió que era difícil. Al final Iruka se quedó sentado con la niña en brazos en la mecedora.

A las cuatro de la madrugada Nao se quedó profundamente dormida y ahora él estaba sumamente agotado.

—¡Ma, papá ya le quitó la bomba a Nao! — Naruto entro corriendo y le mostró todos los dientes en una sonrisa.

Iruka suspiró agradecido.

—Natsune acaba de llegar, está dándole el biberón a Nao—Kakashi entro a la habitación y dejó un beso sobre sus labios. — hoy llegaré temprano para ayudarte, intenta descansar.

Naruto apretó la tela de su pantalón y le exigió un beso en la mejilla — Yo también me portaré bien para que ma, pueda descansar.

Kakashi le revolvió el cabello y lo cargó entre sus brazos. — es muy  gentil de tu parte que hagas eso por mamá, acompáñame a la puerta.

Iruka sonrió y se acurrucó entre los edredones.

Estaba siendo todo un consentido,pero lo estaba disfrutando,la vida le estaba dando esa inmensa felicidad y él no pensaba desaprovechar.

A las once de la mañana no pudo dormir más, así que se puso en pie y se dirigió directo al salón de juegos, ahí encontró a Nao en su mecedora, a Naruto coloreando un dibujo con acuarelas y a Natsune doblando algunas prendas de vestir. Iruka le sonrió y le pidió que fuera a almorzar. Él se ocuparía de sus hijos de ahí en adelante. La chica acepto y se fue.

Iruka saco a Nao de la mecedora y se sentó junto a Naruto. El rubio le entrego un pincel y juntos comenzaron a pintar un bonito zorro de color naranja. Nao miraba atenta hasta que cerro sus ojos y quedó profundamente dormida.

—Creo que mi hermana no te dejará dormir otra vez má.

Iruka suspiró mirando a su tierna niña dormir con el dedo entre los labios— Es lo que me temo.

Tres horas después llegó Kakashi pero no encontró ruido alguno que le indicará sobre el paradero de su familia. Dejo la maleta sobre la mesa de entrada y se cambió los zapatos, se aflojó la corbata y se retiró la bufanda que cubría su rostro, frunció el ceño por qué todo estaba profundo silencio.

—Ya llegué familia— anuncio con voz suave, pero no obtuvo respuesta. Despacio abrió la puerta de la habitación de juegos y en medio de la alfombra se encontró con Iruka profundamente dormido, con un brazo sostenía a Nao y recargado en una de sus piernas estaba Naruto dormido. Iruka estaba con el cuerpo torcido pero profundamente dormido. Un ligero ronquido del castaño le hizo cubrirse la boca para aguantar la risa.

Saco su celular y oprimió el botón de la cámara.

Era una bonita imagen que se iría directo al álbum familiar.

Hasta aquí llega este fic. Esperó les haya gustado tanto como a mí me gustó escribirlo. Gracias por leer y comentar. Les mando mucho Love.

Amor Para Ma Iruka Donde viven las historias. Descúbrelo ahora