Especial ✰✰

4.1K 267 233
                                    


︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿


Pensabas que las cosas no podían volverse más confusas, era como sí se tratara de un hechizo sacado de los relatos que le contaban a los niños a la hora de dormir y que solo existían en su imaginación. Después de que fuiste adoptada de la calle junto a Kanao te volviste el relevo de las hermanas Kochō, pero todo cambió cuando la mayor fue asesinada.

Después de ese gran golpe de la realidad no querías volverte a encariñar con nadie.  Que una de las personas que te salvó haya terminado en las manos de un demonio te dejó abatida durante unas largas semanas; más eso trajo consigo algo para bien. Descubriste tu talento por la medicina y con eso le ahorraste mucho tiempo a Shinobu-san mientras está se encargaba de entrenar a Kanao para ser su sucesora como cazadora.

Pero las cosas no se detuvieron, terminaste siendo la principal enfermera contando con el apoyo de Aoi, y junto a esto empezaste a inevitablemente tener más interacciones con los demás. Cosa que claramente evitabas. Te daba dolor si quiera recordar el rostro de Kanae sonriendo la primera vez que la conociste. Sin embargo, tu conciencia te recordaba constantemente que debías honrar la vida de tu hermana cada día a pesar de que nunca les unió un lazo de sangre. Kochō contaba contigo y no podías defraudarla. A pesar de tu claro desanimo llegaban muchas personas heridas o en estado crítico buscando tu apoyo; no ibas a abandonarlos. Tus ojos con leves ojeras delataban que no la estabas pasando para nada bien, a veces te perdías en tu propio mundo pero volvías en sí con una sonrisa algo forzada.

Al caer la tarde terminaste de atender a varios cazadores que lograron regresar de la montaña donde habían demonios araña, por suerte tu hermana había logrado atenderlos a todos y prácticamente hizo la mitad del trabajo. Los revisabas de vez al tanto de que se estuvieran recuperando correctamente. Mientras anotabas todo en un pequeño cuaderno que te ayudaba a no olvidar cualquier minúsculo detalle, el sonido de la puerta te hizo girar sobre tu posición.

Ahora empezaba lo inusual. Tu boca se cerró imitando una pequeña y fina línea recta, los nervios aparecieron en tu cuerpo súbitamente pero a su vez frunciste un poco el ceño sin poder evitarlo. Observaste como el pilar del fuego entró a la enfermería ocasionando en ti un estado de alerta, más que nada porque lo había estado haciendo muy frecuentemente y eso te provocaba una gran curiosidad. No sabías que era lo que buscaba exactamente, si esa era su intención. Simplemente aparecía como si su trabajo fuera realmente ser supervisor.

—Oh, Rengoku-san. —saludaste aprovechando de borrar el gesto de sospecha ya que no había hecho contacto visual contigo. 

—¡(__)-san, no tienes que ser formal conmigo, solo dime Kyojuro! —como siempre, su energía característica era atrayente.

—De acuerdo, Kyojuro-san. —respondiste para complacer su petición mientras terminabas de escribir.

—Veo que todo está en orden aquí. —sonrío ampliamente. —¡Me alegra mucho, te has vuelto muy eficiente en poco tiempo! 

╭𝐾𝑖𝑚𝑒𝑡𝑠𝑢 𝑛𝑜 𝑦𝑎𝑖𝑏𝑎. ┈•◦❥『𝘅𝗟𝗲𝗰𝘁𝗼𝗿𝗮. 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora