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Jughead y Betty bajaron luego de un rato.
—Creo que ahora todos entendemos el apuro de Jughead—soltó Reggie.
—¡¿Pero que esté la pone todo el día?!—soltó Archie señalándolo.
—Tiene eyaculación precoz— bromó Tyler.
—Jódanse todos—soltó Jughead volviéndose a sentar en su lugar.
—Papi, no puedes decir eso—soltó Addison seria acercándose a él con Steve.
—Lo siento, tienes razón.—admitió este tomando a la niña y sentándola en su regazo—¿Tú no tienes sueño?—preguntó mirandola a la cara.
—Un poco.
—¿Quieres dormirte aquí en mis brazos?
La niña nego—No, no quiero perderme la comida—su voz aún era baja y poco chillona.
Jughead rió—Pero cariño, aún falta mucho.
—Yo nunca me imaginé esta situación—negó Brett negando—Lo siento, pero esto es insuperable.
El chico rodeó sus ojos—¿Quieres dormir con papá aquí?
La niña asintió acurrucandose en el pecho de Jughead.
—No se si morir de diabetes o llamar a un psicólogo para Jughead—confesó Archie
Jughead sacó su dedo del medio mientras acurrucaba a la pequeña en sus brazos, sin embargo, los chicos hacían mucho ruido, por lo que Jughead se levantó para caminar meciendo a la niña.
—Jughead,¿puedes venir a jugar?—preguntó Sweet pea suspirando—Es tu turno.
—No puedo—negó mientras seguía meciendo a la niña
Archie se levantó y se acercó a él para ver a la niña durmiendo—Está durmiendo mira—este apretó la pierna de la niña, esperando una respuesta de la mas pequeña, pero lo único que obtuvo fue un golpe en el rostro.
—¡¿Qué te pasa por la cabeza?!—soltó Jughead molesto pero en un murmuro.
—¡Me golpeaste!—soltó Archie, pero murmurando.
—¡Apretaste su pierna!
—¡Pero sigue durmiendo!—dijo el pelirrojo.
Jughead lo señaló con el dedo—Te mataré si vuelves a molestarla.—advirtió, este volvió a ver a la niña dormir en sus brazos y acomodó suavemente un mechón de pelo que tenía en su cara.
—¡Maldito padre baboso!—soltó Archie para irse de ahí.
Jughead negó suspirando para subir hasta la habitación con la niña en brazos y dejarla en la cama, sin embargo al acostarla, la pequeña se removió e hizo un puchero.
—Shh—murmuró este sentándose al lado donde la niña estaba acostada, acarició su rostro. Sin embargo la niña comenzó a hacer puchero con sus labios—No cariño, no llores, papi está aquí.
—no te vayas—murmuró la niña.
Por alguna razón, el estómago de Jughead se encogió—No cariño, no me iré, nunca.
La niña abrió sus ojos.—No quiero dormir.
Jughead le dió una sonrisa triste—¿Qué te parece si me acuesto a tu lado y te quedas abrazada a mi pero te duermes?
La niña asintió con un puchero, y así como Jughead lo prometió, se acostó a su lado y comanzó a acariciar su cabeza.
—¿Me cuentas un cuento?—preguntó dormida la niña.
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Una fraternidad, una rubia y una bebé
HumorElizabeth Cooper tenía tan solo veinte años cuando su madre murió, dejándola sola con su hija. La rubia la cuál no había podido entrar a la universidad, este año lo iba a hacer, pero no podría sola. Filtro| @ssol.codes